Uno de los servicios más valorados en la prensa actual es el de sus páginas electrónicas, en las que los lectores comentan qué piensan sobre cada noticia u opinión.
Escriben personas con muy distintas maneras de analizar lo leído, por lo que su conjunto crea una brújula que nos permite girar hacia todos los ángulos ideológicos sin perder el norte.
Muchos medios tratan de ser neutros, pero otros proclaman sus simpatías políticas, a pesar de lo cual en los diarios autoproclamados progresistas sus lectores también progresistas a veces son casi unánimes al aprobar algunas decisiones derechistas.
Acaba de ocurrir al iniciarse esta semana con la noticia de que la tasa de paro española cerró 2018 en su mínimo desde hace una década, y además con 566.200 empleos más, aunque aún quedan 3,3 millones de desempleados, un 14,4 por ciento de la fuerza laboral, cifra que había llegado al 26 por ciento.
El que fue periódico portavoz y casi cogobernante socialista durante décadas, El País, abrió los comentarios a su grey progresista y las notas más aplaudidas fueron las que alababan, increíble, a Mariano Rajoy.
Quien al llegar al gobierno legisló una reforma laboral de la que son consecuencia esos datos positivos, pero que Pedro Sánchez quiere eliminar para volver a la legislación que llevó a un cuarto de la población activa en el desempleo en tiempos de Zapatero.
El comentario más valorado en El País decía: “Este gobierno vive de las "rentas" del anterior gobierno Rajoy. Heredó una buena situación. Ahora empezarán a subir los impuestos para pagar los caprichos nacionalistas de Torra”.
El segundo: “Los cinco años de creación de empleo han sido con presupuestos y leyes del PP, que no ha tenido tiempo el PSOE de Pedro Sanchez de revertirlos....”
Y así, decenas más por lo que, o los progres se han vuelto “fachas”, como le llamaban a Rajoy, o los “fachas” como Rajoy son los progres: ¿y usted qué piensa?
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Pues ya que lo pregunta, yo pienso que vincular la cifra de desempleo con un determinado gobierno es un despropósito completamente insostenible. La economía tiene su propia evolución independiente, y es la coyuntura del momento la que determina el mayor o menor empleo.
Tampoco vale todo y cualquier cosa para hacer bajar el paro. Matar desempleados sería inadmisible. Fomentar la delincuencia para que se crearan miles de puestos de policía y guardas de seguridad, tampoco es una solución. Rajoy introdujo el salario de miseria, el no-parado mísero e indigente, el despido gratuito, la destrucción y proletarización de la clase media, la exclusión social, el hambre y el desahucio masivo, mientras salvaba bancos.
El que se crea que con esas políticas de guerra-contra-la-propia-ciudadanía resolvió algo, no ha entendido nada y debería consultar un buen especialista mental.
Publicado por: fermín alcoi | jueves, 31 enero 2019 en 16:20