La presión para desacreditar a Llarena y al Supremo crece cada día, y su principal motor es la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que antes ya se había negado a pagar la defensa de Llarena en la capital belga.
« La Fiscalía contra Llarena | Inicio | Chalecos amarillos españoles »
Los comentarios de esta entrada están cerrados.
Comentarios