Venezuela es un narcoestado. Punto del tránsito de la cocaína colombiana hacia el mundo con apoyo del gobierno de Nicolás Maduro, antes de Hugo Chávez, y de numerosos generales miembros del conocido como “Cartel de los Soles”.
En la fotografía de los ocho uniformados que apoyaron públicamente a Maduro esta semana se ven sus entorchados y condecoraciones; sólo quien se fije mucho descubrirá los soles, que en Venezuela ocupan el lugar de las estrellas en otros ejércitos.
El “Cartel de los Soles”, y otros militares menores protegen el régimen y el narcotráfico. Por eso es tan difícil que caiga el chavismo.
Están dirigidos por el exmilitar Diosdado Cabello, que se levantó con Hugo Chávez en el golpe de Estado de 1992 contra el presidente Carlos Andrés Pérez; es el gran pilar del chavismo.
Actualmente es presidente de la anticonstitucional Asamblea Nacional Constituyente creada por Maduro para elaborar una nueva Constitución más chavista y “socialista del siglo XXI” que la de Chávez, y con la que suplantó por decreto en 2017 a la Asamblea Nacional.
Esa Asamblea --reconocida por numerosos países, mientras la Constituyente no-- es el órgano unicameral y legítimo del poder legislativo.
Está presidida desde el 5 de enero por Juan Guaidó, que acogiéndose a su poder legal se ha proclamado presidente interino del país. Ha sido reconocido muchos otros estados, el primero de ellos EE.UU.
Numerosas toneladas de cocaína procedentes de los narcos colombianos relacionados con el “Cartel de los Soles” han pasado y pasan al resto del mundo en vehículos militares venezolanos, algo que sus aliados civiles españoles de Unidos Podemos ni siquiera desmienten.
Si Pedro Sánchez reconoce a Guaidó, como prometió este sábado si Maduro no convoca elecciones en ocho días, quizás pierda su querido reactor Falcon que usa gracias a los votos de esos amigos españoles de Maduro.
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La desfachatez antidemocrática de los EEUU y sus Estados-pelota, europeos y sudamericanos, ya ni siquiera disimula su desvergüenza. Pretender IMPONER un jefe de Gobierno nunca votado y nunca elegido, ya que sólo forma parte de la Asamblea Nacional.
Ni el pueblo venezolano ni el mundo democrático no va a tolerar esta farsa. Putin ya ha advertido del alto precio que puede llegar a tener este nuevo atropello estadounidense.
Publicado por: Joaquin Lledó | sábado, 26 enero 2019 en 14:11