Las conversaciones telefónicas entre familiares de algunos de los doce yihadistas de la célula de Alcanar, Tarragona, que organizó los atentados de Barcelona y Cambrils que mataron a 16 personas en agosto de 2017, muestran una característica del islamismo: la taqiyya, la mentira como medio para autoproteger su fe.
Usando la taqiyya los familiares de los terroristas condenaron públicamente las masacres pero algunos se alegraron y se las agradecieron a Alá.
Al revisar las imágenes de algunos familiares de los miembros de la célula del Estado Islámico (DAHES o ISIS) creada por Abdelbaqi Es Sattii, el imán de Ripoll, se descubre ahora esa capacidad de engañar.
En las televisiones parecían desesperadas e incrédulas, por ejemplo, las hermanas Hafida y Hanane Oukabir, también hermanas de Moussa, que alquiló la furgoneta asesina de la Rambla barcelonesa, muerto después, y de Driss, superviviente en prisión.
Alrededor de ellas, llorando descorazonadamente mientras balbucían diciendo no entender nada, lloraba también grupo de ingenuos vecinos no musulmanes que les mostraban su comprensión y afecto.
Pero el dolor de las hermanas era parte de esa taqiyya. Lo revelan las grabaciones autorizadas por el juez de sus contactos telefónicos con familiares y de otros terroristas fallecidos; estaban alegres porque “se han ido al Paraíso, alabado sea Alá”.
“Es obligatorio para el hombre hacer la yihad por Alá… no es un juego”, dice una de ellas indignada además porque “la gente no piensa en Dios”.
“Si Dios quiere a alguien, se lo lleva”, le dice a su madre, que responde que es cierto, que lo dice el Corán: “Cuando una persona es buena, no se queda”.
Es muy posible que estas personas u otras cercanas conocieran y alentaran los planes de los terroristas porque para ellas primero está servir a las creencias y después engañar sobre las intenciones para protegerse.
La taqiyya islámica, el engaño como arma religiosa, pero también para la vida, frente a la inocente ignorancia de los biempensantes.
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Por Allah, qué desinformación.
Usted identifica taqqiya con mentira. Es un error muy grave. La taqqiya es solo la dispensa que da el Islám a sus fieles de silenciar u ocultar su condición islámica en aquellos casos donde reconocerla implica perdecución, peligro, acoso o muerte.
Las lamentaciones de las hermanas, esposas, madres, son absolutamente normales. Las mismas que haría una familia católica al lamentarse de perder a un ser querido. Que Dios le acoge, que va al Paraiso, que se reunirán con él. Lo que llevan diciendon los humano desde el Paleolítico para soportar el dolor de los seres queridos que se extinguen.
No demuestra en absoluto que dichas mujeres sea yihadistas. Demuestra que el bloguero está muy desinformado
Publicado por: Jacinto Hugones | domingo, 25 noviembre 2018 en 15:39