l crecimiento de nuevos partidos antiislámicos en Europa, como se ha visto ahora en Suecia y antes en otros países del norte, este y del sur, como Grecia, Francia e Italia, tienen como origen el rechazo de la cultura occidental, de origen cristiano y laico heredero de la Ilustración, a la musulmana de gran parte de los inmigrantes.
Sus avalanchas junto con las de refugiados, acogidos con la esperanza de integrarlos en estas sociedades que ya no siguen mandatos supuestamente divinos, sino unas reglas democráticas de convivencia, se convirtieron súbitamente en problemas por su relación con el incremento de la delincuencia común, la sexual y el terrorismo.
No había ocurrido nada parecido con los millones de trabajadores extranjeros de otros países europeos hacia el centro y el norte de Europa desde hace seis décadas.
Ni los políticos fuera de estos nuevos partidos ni los portavoces de la sociedad civil se atreven a declarar que hay un rechazo creciente al islam.
Sólo lo hacen los ultraderechistas, aunque empiezan también algunos derechistas y socialdemócratas ahora antieuropeístas porque la UE apoya esta inmigración.
La población europea se hace islamófoba, quizás algún día violenta, por el choque de las dos civilizaciones: la propia, que con sus variantes convive sin mayores crisis culturales ni pelea por causas religiosas --en Irlanda del Norte fue por los nacionalismos--, y la islámica, de cuyo seno surgen fanáticos y yihadistas que delinquen para servir a Alá y que se matan entre ellos mismos y a los infieles.
Se suman la poligamia, las ablaciones femeninas, o los anuncios de numerosos imanes de que el islam abolirá la democracia e impondrá en Europa la sharia, su bárbara ley religiosa del siglo VII.
Hay un choque de civilizaciones, y cuanto antes lo admitan las autoridades antes podrán buscarle atenuantes democráticos; de otra manera el creciente ultraderechismo lo hará por las bravas.
-----------
-------------
OTRAS COSAS: DETALLES DE LA DIADA DE ESTE MARTES. OBSERVE ENTRE TERRORISTAS Y TERRORISTAS DE DISTINTO SIGNO EL SALUDO DE LOS AMIGOS FLAMENCOS QUE APOYAN A LOS SEPARATISTAS
Amistades peligrosas... debiera bastar publicitar lo suficiente que quienes apoyan a los indepes catalanes son solo partidos de ultraderecha xenofoba para que nuestra exquisita izquierda deje de apoyarles tambien. O no...
Publicado por: jam, bcn | jueves, 13 septiembre 2018 en 10:48