El viejo partido socialista acaba de sufrir su transformación interna más profunda desde su fundación hace 138 años al adquirir su secretario general, Pedro Sánchez, un poder omnímodo disimulado bajo la promesa de que acatará las decisiones asamblearias de los militantes.
Como el PSOE actual tiene que competir con Podemos para dirigir la izquierda, las bases, siempre más radicales en las asambleas que las estructuras creadas para la reflexión, le exigirán a Sánchez más izquierdismo, y él, que necesariamente deberá ser más moderado, aplicará su voluntad porque la nueva estructura se lo permite.
Aunque el poder ahora teóricamente es de las bases—“el PSOE se ha convertido en el partido más democrático, participativo y paritario del país”, dijo este fin de semana—la decisión final es suya, sin la moderación de los dirigentes regionales como Susana Díaz.
Pedro Sánchez puede ya rechazar sin discusión la enseñanza en castellano en Cataluña, aprobar la catalanización de Baleares, traicionar los intereses de España boicoteando el acceso de Luis de Guindos al BCE, negarse a negociar los presupuestos de 2018, aunque las Comunidades gobernadas por el PSOE lo necesiten, o proponer prisión para quienes refuten su “memoria histórica”.
Desde su nacimiento el PSOE era un partido con múltiples poderes equilibrantes en Agrupaciones Locales, Federaciones Provinciales, y Regionales, aparte de los sectores por actividad (sanidad, educación y otras).
Ese poder emanado de las bases lo administraban como balanza interna en todas las estructuras superiores, incluyendo los que llaman desde hace tiempo inmemorial “barones”, líderes regionales, y el Comité Federal, poder máximo entre congresos.
Toda la estructura ha perdido valor. Ahora el emperador levantará o bajará el dedo a su gusto porque Sánchez será, como Pedro por su casa, dueño del partido, y este, a morirse de mala muerte.
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SALAS ¿Será Pedrito?
Hablando de ZPedro, imposible no evocar su penosa travesía del desierto, desdeñado por todos, especialmente los barones, su desembarco desplegando un revanchismo ensoberbecido escasamente justificable, para enseguida radicalizarse, segar pies a destajo sin escuchar a nadie, y lejos de proponer un proyecto sólido, una alternativa creible que relegara al olvido la desastrosa gestión de Zapatero y la crisis económica subsiguiente que dejó a España tiritando una década,se pone a hablar de más gasto público, más banca pública, fuera reforma laboral, subida de salarios, más impuestos, más Memoria Histórica, menos españolidad...como si el mismísimo fantasma de la coleta le hubiera sorbido el coco.
Hasta sus amigos de El Pais se sintieron decepcionados.
Ha transcurrido un tiempito que vino a confirmar las peores sospechas sobre sus capacidades y calidades.
Sin haber limado asperezas en el partido, ahondando en las fisuras, no deja de mostrar su resentimiento hacia el "enemigo" popular, tenga o no razón, convenga o no a los españoles, aunque siga sin desarrollar un plan solido para gobernar el pais. Si acaso unas vueltas al IBI de la Iglesia, los LGTB,la eutanasia y el machismo. O unos recaditos con abrazo a los narcopresidentes caribeños, via ZP
La forma en que el lider de un partido dizque socialdemócrata civilizado y homologable en Europa, enseña sus cartas a ultracomunistas-antidemócratas-antisistema-separatistas-proetarras como Podemos dice bastante de su seriedad, de su compromiso con la militancia y de su inteligencia política. !!Y creíamos que con Zapatero había tocado fondo el listón!!
La cantinela de "hay que echar a Rajoy", no acaba de surtir efecto así que, en su inopia insegura, insiste en que es la militancia, el pueblo el que debe tomar decisiones.
¿Retirar competencias?, dialogar con golpistas?, negociar con ultrarradicales leninistas?,apoyar la aplicación de la Ley? rechazarla? Encamarse con ultracomunistas y dar la espalda a los socialdemócratas europeos y a los propia militancia?
Partiendo de la nula fiabilidad del personaje, no pongamos en apuros y dilemas a ZPedro porque lo único que realmente le importa y preocupa es instalar en Moncloa el ajuar melaniano de su señora Begoña, con la ilusión que le hace a la pobre.
Aunque para ello tenga que encamar a su sufrida militancia con los cachorros de Maduro, empeñados en abrir sucursal bolivariana en España. Algo que jamás conseguirían sin ZPedro.
No me sorprende que los guerras, leguinas, borrells, gonzalez, etc, suban por las paredes con este pánfilo tontainez.
P.D.Vuelvo a mi carril: Teniendo en sus filas a un tipo moderado, majo y experto, un activo sólido como Javier Fernandez,¿por qué se inclinó el PSOE por el radicalismo rupturista, la demagogia populista, el revanchismo del ajuste de cuentas, la trivialidad y la podemización de esta versión 2.0 de ZP, o sea ZPedro, el socialista que confiesa que "su corazón está con los votantes de Podemos"?
Publicado por: MIRANDA | miércoles, 21 febrero 2018 en 02:37