La justicia británica, garantista y avanzada, mantiene a la cadena perpetua sin dejar de ser una gran democracia.
Pero en España se discute la prisión permanente revisable, de la que alguna vez se sale, y se le llama bárbaro, vengativo y fascista a quien la defiende.
En 2017 estaban condenados de por vida en el Reino Unido 65 asesinos. En algunos casos la condena legal era de 18 años, aunque en su sentencia final los jueces ordenaban extenderla perpetuamente, hasta el fallecimiento del reo en prisión.
Muchos británicos que votaron en el referéndum a mediados de 2016 la salida de la UE creían que el sistema de justicia continental se inmiscuía tanto en el suyo que, entre otros cambios, eliminaría esa pena para Arthur Hutchinson, triple asesino y violador en 1983 que pleiteaba contra el Reino Unido en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Año y medio después de ganar el Brexit, Estrasburgo aprobó la condena perpetua en una histórica sentencia que podría permitir introducirla en las leyes de los 47 miembros del Consejo de Europa (no debe confundirse con la UE), del que depende esta Corte.
La Constitución española de 1978 la rechaza en su Art 15.2 diciendo que “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social (…)”, igual que en el Art 15 abolía la pena de muerte, salvo para militares en tiempos de guerra, excepción que se eliminó en 1995.
Frente al desprecio con el que se expresan muchos españoles contra su país, conviene recordarles que es pionero, por ejemplo, en la abolición de la pena capital: Dinamarca lo hizo en 1978, como España; Noruega, en 1979; Francia 1981; Holanda, 1982; Irlanda, 1990; Italia, 1994; y Bélgica, aprenda Puigdemont, 1996.
--------
En teoría, nadie en su juicio quiere negar a otro ser humano el derecho a la reinserción y la rehabilitación después de una caída.
Luego viene la realidad, que nos dice que hay algunos asesinos, violadores, que no conocen la culpabilidad, que no distinguen el bien del mal, que no son conscientes del daño causado, auténticos tarados desalmados, que vuelven a la violencia en cuanto abandonan la cárcel.
DE ESTOS ES DE LOS QUE LA SOCIEDAD QUIERE PROTEGERSE. Porque si las condenas se cumplieran en su totalidad, como ocurría antiguamente, tendría un pasar, pero es que ahora le caen 30 años, y a los 5 o 6, el desalmado anda por la calle dispuesto a repetir hazaña.
Dicen los sondeos que el 80/100 de los españoles quieren mantener la prisión permanente revisable -valga la contradictio- para casos excepcionalmente graves.
Es muy español lo de echar un vistazo al mundo y ver cómo se lo maravillan la gran mayoría de países comunitarios que tienen una ley similar a esta que algunos quieren eliminar.
Claro que no todo es importable. Imaginad que un gobierno serio como el de Canada, con Trudeau al frente, tramita una reforma legal que permitirá a los niños de 12 años consumir y compartir libremente marihuana hasta un máximo de 5 gramos diarios. También anuncia que legalizará el cannabis con fines recreativos (?),
Las familias canadienses están escandalizadas y lo han tomado como una atentado contra su seguridad.
En fin, que no todo se puede importar, meus.
Publicado por: MIRANDA | viernes, 16 febrero 2018 en 16:56