A Norberto Osborne, Bertín, el periodismo serio siempre lo tomó a broma, ya sabe usted, es un señorito de raíces andaluzas, sin mayores estudios, aunque alto, guapo, rico, heredero de un título de conde, simpático y mediocre cantante que quiso igualar Julio Iglesias y que se quedó muy lejos de ese otro señorito de éxito mundial.
Pues este grandullón de 62 años acaba de hacer dos largas y estupendas entrevistas de televisión a otros tantos líderes de la política catalana, Inés Arrimadas, jefa de la oposición en la Generalidad con Ciudadanos, y Miquel Iceta, líder del PSC-PSOE.
Ambos confesaron numerosas intimidades de su vida y personalidad que posiblemente la agresividad de otro/otra periodista no habría logrado.
En el periodismo que mira por encima del hombro a Osborne, aunque sea subiéndose a una escalera, se le toma poco en serio por su historial profesional, sobre todo por su participación en múltiples programas de fácil entretenimiento y sonrisa obligatoria.
“Mira que ponerse a entrevistar políticos de primera fila, este mal cantante, aspirante a periodista, pero qué cara dura”, dicen despectivamente en muchos medios.
Pues, atentos: sus cuatro temporadas con “En tu casa o en la mía”, en TVE, y “Mi casa es la tuya” en Telecinco, han humanizado y hasta conseguido sincerar a sus invitados con su naturalidad y amabilidad.
Y aunque confiesa ser de derechas, cuando llevó a su casa o fue a casa de gente de izquierdas como Felipe González o Zapatero, logró que sus entrevistados se mostraran cercanos, que dieran respuestas a veces comprometidas ante preguntas amables, nunca malintencionadas.
Es otro periodismo, la vaselina frente a la lija de, por ejemplo, Ana Pastor o Jordi Ébole en La Sexta. Combinando a ambos estilos, los entrevistados resultan más completos y complejos que por separado.
-------
SALAS