Al ver al PP sometido a investigaciones por corrupción, con exdirigentes en la cárcel y con Mariano Rajoy, presidente del Partido y del Gobierno español, vigilado por los jueces, los inductores del separatismo catalán creyeron que estaban ante la gran ocasión para alcanzar su soñada independencia.
La oposición y gran número de medios y redes sociales exigían enviar al exilio, si no a la cárcel, a este Rajoy de moral tan dudosa.
Los independentistas se habían propuesto desfacer el entuerto de estar uncidos desde 1474 –boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón-- a esta España desmoralizada, con su opinión pública desarmada por la corrupción.
Que además no acababa de salir de la crisis iniciada en 2008, y aunque mejorara el empleo sólo era con trabajos precarios según los sindicatos.
La Generalidad, la antigua CDC burguesa, hoy PDeCAT, la ERC, a las que se unió la gasolina anticapitalista de las CUP, y parte del Podemos de PManuel Iglesias, se lanzaron contra los molinos de Rajoy creyendo que eran gigantes moribundos.
Con Rocinante cojeando por la inconmensurable corrupción catalana de entre el 3 y el 20% acometieron con torpes alanzadas, y al llegar comenzaron a recibir los golpes de las aspas que se movían lentas pero seguras desde 1978.
Chocaron no contra Rajoy, que estaba dentro de un molino, sino contra el Estado. Los gobiernos pasan, cambian, y el Estado permanece con sus leyes, jueces, policías y reconocimiento internacional; los Quijotes catalanes parecían no saberlo.
Finalmente los orates están descalabrándose ante estas pétreas fábricas con aspas. Caen gritando que Cervantes también era catalán, Joan Miquel Servent, y podría ser cierto, dado que el Ingenioso Hidalgo era un precursor de estos independentistas manchegos del nordeste. Claro que también se atribuyen el nacimiento de el Cid, Colón y Santa Teresa. Dalinianos-quijotescos sueños de locos exaltados.
Dentro, el molinero filosofa sesteando, y cuando lo cambien tras unas elecciones, el nuevo seguirá sisándole trigo a los campesinos, como tantos molineros anteriores.
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Quizás el oscuro deseo de algunos estaba en que el gobierno aplicara el famoso 155 en lugar de acudir a los órganos judiciales, que también tienen armas de sobra para resolver el problema.
Y en otras circunstancias, como una mayoría del Pp o un compromiso claro de los partidos mayoritarios si podría hacerse. Puede que incluso fuese lo mas oportuno para resolver el desafió y poner orden.
Pero quien se fía de ZPedro?? y que no aproveche eso para justificar una moción de censura amparándose en la "falta de voluntad política (para romper España)" y subirse así a la poltrona con el apoyo de Podemos (recordar la reunión/cena secreta con Junqueras) y los partidos nacionalistas. Seria la ruptura de España por la vía política.
Pasamos de la corrupción económica a la política, del saqueo de las arcas publicas, al saqueo de los derechos constitucionales.
Creíamos (o creemos) que no podíamos ir a peor... SI PODEMOS!!
Publicado por: Demafanequeira | domingo, 10 septiembre 2017 en 16:14