Para demostrar el sometimiento de los catalanes a España Carles Puigdemont y Jordi Turull, consejero de Presidencia y portavoz de la Generalidad, presentan una imagen enternecedora:
Comparan el “derecho a decidir” la independencia catalana con el de Rosa Parks, la mujer negra que en 1955 eligió no cederle su asiento de autobús a un blanco en Montgomery, contraviniendo la ley de Alabama.
Fue unos días a la cárcel, donde se convirtió en un mito, y aceleró el movimiento de los derechos civiles encabezado Martin Luther King en el Sur estadounidense.
Los Puigdemont, Turrull, Artur Mas y demás dirigentes separatistas, muchos hijos y nietos de mandamases franquistas, tras disfrazarse de negros segregados quieren presentar como blancos supremacistas a los españoles.
Unos españoles que en realidad emigraban como mano de obra barata a la Cataluña donde ellos eran amos de las plantaciones.
Algunos hijos pintorescos de aquellos charnegos han visto a los catalanes de origen realmente negros, se han apiadado de ellos y luchan para emanciparlos, como el diputado Gabriel Rufián.
Cuando Puigdemot estuvo en la Fundación Carter pidiendo que denunciara al Gobierno español se presentó como mezcla de Rosa Parks y Ghandi: un catalán esclavo de los blancos españoles.
Pero cuando el expresidente se informó sobre la renta de su Comunidad y la de las más pobres lo despidió con poca cortesía.
Siendo la región más rica de España hasta que los nacionalistas decidieron aislarla, han tenido poco éxito presentándola ante el mundo como pobre y explotada mientras se gastó en propaganda separatista unos 3.800 millones de euros en las últimas dos décadas.
Tras varios fracasos con otros lobis, acaban de contratar en Washington otro para que acentúe su imagen de negritud segregada: “SGR Government Relations and Lobbyng”, investigado en el Congreso estadounidense por sus negocios con varias dictaduras, algunas precisamente negras.
Y con Rusia, país al que podría interesarle desestabilizar España a través de Cataluña como venganza contra Europa por apoyar a Ucrania.
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Marear la perdiz para seguir encubriendo la dictadura en que se ha convertido la impresentable España actual.
Seguirá recibiendo denigración y condena por parte de instituciones y tribunales europeos.
Publicado por: Marusella | viernes, 15 septiembre 2017 en 21:52