Frente a un país respetado por su unidad en la UE, Latinoamérica y en el resto del mundo, Pedro Sánchez reconoció que había elaborado un plan demoledor con un gobierno de coalición PSOE, Podemos, y derechas e izquierdas separatistas, que le había ocultado a los españoles.
Cataluña y Euskadi serían naciones, lo que haría que las demás autonomías exigieran ser pequeños taifas, cantones que acabarían matándose por conflictos territoriales y culturales.
Se proponía, pues, romper la unidad de España diluyéndola debilitada, como “nación de naciones”.
Un ingenuo concepto inexistente en el resto del mundo que alimenta además la ambición yihadista de dominar el posible pseudo-Estado resultante, para restablecer Al-Andalus.
Aunque Jordi Évole manipula los temas para crear rebaños de corderos teledirigidos hacia la izquierda insensata, en sus entrevistas extrae como nadie la esencia de los personajes.
Y así nos ha legado el autorretrato demoledor que se hizo un Pedro Sánchez desequilibrado, intrigante, ambicioso, hacendosa hormiga sin talento ni formación ni ideología, pero con eslóganes, que mintió a los españoles al asegurarles que nunca pactaría con quienes pretendieran destruir la Constitución.
Comenzó la entrevista como socialista, pero se desataba conforme se le calentaba la sesera hasta mutar en podemita y aprobar sus actos rupturistas, mitad comunistas, mitad falangistas.
Sánchez cambiaba de pensamiento a cada minuto. “No voy a dar nombres, no es mi estilo”. Dio media docena denunciándolos por haberlo derrocado, incluido el de Felipe González, padre del socialismo contemporáneo español.
Dice que el PSOE necesita a Podemos para gobernar; pensando así, debería ingresar en ese partido, como dijeron tras la entrevista numerosos socialistas de fructífera historia.
“Vete a Podemos”, le ordenan a este hombre que se mostró realmente como está: desequilibrado. ¡De qué peligro se libró el país!
--------
JO! qué divertido es usted!
Es difícil encontrar junto tal cúmulo de inexactitudes, disparates, tergiversaciones, difamaciones y simples chorradas. Creo que en el uso de la palabra "desequilibrado" le ha jugado una mala pasada el subconsciente, vía auto-referencia.
Sus lectores no le perdonarían la acumulación de falacias si no supiesen que se fundan en un auténtico hándicap personal suyo para entender, discernir y asimilar.
Pedro Sánchez nunca ocultó nada y nunca quiso hacer naciones de Cataluña y País Vasco. Lo que él sostiene es que hay que negociar el tipo de unión entre Cataluña y el Estado, y que eso debe hacerse mediante la reforma consensuada de la Constitución, que es lo que tendrá que hacer Rajoy a cortísimo plazo si no quiere irse a casa en unos meses. O si no quiere que el problema le estalle en las manos. ¿Qué dirá usted del gallego corrupto cuando vea que en unos días está haciendo lo que ahora critica en Sánchez? Buen hombre... hay que verlas venir, para no hacer el ridículo.
En cuanto al peligro de que se ha librado el país, siento desilusionarle, pero no ya el país, sino que ni siquiera su partido ha sido capaz, de momento, de librarse de él. A esto suyo le llaman "vender la piel del oso antes de cazarlo". O en más castizo, "el cuento de la lechera".
Publicado por: Ildefonso | miércoles, 02 noviembre 2016 en 18:18