Los que eran fidelistas

Toda una generación de antifranquistas españoles, entre 1959 y 1975, se inspiraba en la gesta revolucionaria de Fidel Castro y el Che Guevara, aunque en lugar de metralletas Browning exhibían barbas y habanos.

Franco protegía a Fidel, quizás por paisanaje gallego, como hizo Manuel Fraga siendo presidente de la Xunta llevándolo de romería a la aldea lucense de sus ancestros.

El ferrolano desoyó el embargo comercial de Washington y cubanos exiliados mataron a varios marineros de un mercante español navegando hacia Cuba; pero él siguió tratando con quien ya era otro tirano que fusilaba despiadadamente a millares de sospechosos opositores.

Aunque Franco abandonó en 1959 la autarquía socialfalangista –hoy podemita-- y permitió el crecimiento capitalista de España, el comunista arruinó Cuba, que antes de 1959 iba rápidamente hacia el primer mundo.

A la muerte de Franco, Castro declaró tres días de luto oficial, pero discretamente: los fidelistas españoles no supieron que los traicionaba así en 1975.

Lo sorprendente es que ambos dictadores de origen gallego murieran aún omnipotentes en la cama.

Esa revolución cubana que iba a eliminar la prostitución es un paraíso de pederastas: el setenta por ciento de las/los adolescentes aceptan prostituirse por unos vaqueros.

Los grandes logros, la seguridad social y las escuelas, son propaganda: eran mejores y más igualitarios los del franquismo a partir de 1960, régimen brutal aunque con menos represión que la castrista.

Los primeros fidelistas españoles tardaron en descubrir la mentira revolucionaria, pero muchos callaron/callan porque la isla ofrece secretos placeres prohibidos, baratos y sin remordimientos.

Así sigue todo. ¿Orgullo nacional? ¿Dignidad y socialismo, que dicen comunistas, podemitas y turistas pervertidos de ese gigantesco prostíbulo?

Los que eran fidelistas saben que al régimen lo mantienen solamente la terrible policía y las siniestras delaciones vecinales.

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SALAS Algunas tiras con la historia de Castro. Lo constante desde hace medio siglo es el racionamiento. El puro se fue agotando, pero mientras se apagaba pasaba diversas etapas, mientras Fidel, bla, bla, bla.