El hombre que asesinó a tiros y cuchilladas este jueves a la diputada laborista británica Jo Cox, enfermo mental o no, era uno más del creciente número de ultraderechistas violentos que se oponen a la inmigración y a quien ordena abrirle las puertas, la UE.
Pero no son necesariamente ultraderechistas y xenófobos violentos los que piensan que inmigración incontrolada en Europa crea grandes bolsas de pobreza, sometidas a líderes que imponen normas medievales, e infiltra terroristas entre los refugiados.
Tampoco todos los que piensen como la asesinada son “progresistas”: hay quienes defienden la inmigración porque es mano de obra barata, explotable, mansa, de la que se aprovecha una ideología y religión que sitúa a las mujeres en el siglo VII.
Aquí radica el debate sobre el futuro europeo, incluido el del Reino Unido. Muchos británicos y europeos en generan temen que esta situación impedirá mantener, por supuesto nada de mejorar, la cohesión social y la sociedad del bienestar conquistadas dolorosamente tras la II Guerra Mundial.
Esta sociedad, la más justa del mundo, fue moldeada por dos grandes ideologías democráticas, la socialdemócrata y la socialcristiana, que hoy representan los partidos socialistas y populares.
Angela Merkel, protestante democratacristiana, lamenta hoy su cristianísimo llamamiento a refugiados e inmigrantes.
Otros líderes son más reticentes a recibir ingentes números de ellos, a los que los contribuyentes nativos deben sostener con impuestos crecientes y pérdida de servicios sociales; muchos antiguos izquierdistas rechazan ya la inmigración y se unen a la ultraderecha.
Un peligro que intuyó el canciller antecesor de Merkel, el socialdemócrata Gerhard Schröder, que propuso crear en África centros de reunión --¿concentración?-- de inmigrantes para estudiar sus antecedentes y decidir si deberían ser aceptados en Europa.
Los progresís españoles calificarían hoy al socialista alemán de ultraderechista, facha, incluso de nazi.
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Tan ingeniero social es un comunista como una democristiana que planifica desplazamientos de millones de ciudadanos de un país a otro.
Publicado por: asertus | lunes, 20 junio 2016 en 10:36