Más que desconcierto por haber perdido 1,2 millones de votantes entre las elecciones de hace seis meses y las de este domingo, al pasar de 6,1 millones a 4,9, los dirigentes de Podemos expresan su dolor con el irritado despecho de los papas del Palmar de Troya cuando sus fieles abandonan la fe.
Podemos creció más como creencia religiosa que como doctrina política, como una telesecta mística marxista-leninista, chavista y de la Falange anticapitalista y anticasta, que también divide la sociedad entre los de arriba y los de abajo.
Prometía la salvación para este país cargado de pecado y corrupción. Como aquellos frailes que recorrían los pueblos españoles de Misiones denunciando el egoísmo, la maldad vecinal por darles poca limosna, advirtiéndoles que les esperaba el infierno además de por sus abominables vicios y pecados.
Como aquellos frailes, Pablo Manuel Iglesias denunció este país de castas y de corrupción, y anunció la Buena Nueva: venía a salvarnos.
Lo hizo con tal elocuencia que muchos vieron a un Salvador, con las melenas del Jesús de la iconografía católica. Era una Nueva Fe Paulista, telesecta, ilusionante, luminosa, como esas esotéricas de las sociedades secularizadas nacidas para buscar el dios ausente.
Pablo Manuel era la Iglesia. El Mesías lleno de sabiduría, que exhibía como prueba de superioridad un pomposo currículo engordado por profesores amigos de su Facultad y su “quid pro quo”.
Aunque la religión cambiaba diariamente siguiendo las encuestas. Incluso comenzó a declararse patriota, a expresarse como nacionalista mientras, asombroso, defendía el derecho a romper el país.
Llegados a las elecciones, inesperadamente le aparecieron 1,2 millones de renegados, apóstatas, ateos, perjuros, desleales.
Pronto sabremos si la religión, que es desastrosa donde ejerce el poder, sigue creando creyentes o debe suicidarse en Iglesiastown, como Jim Jones y 912 de sus fieles en Jonestown.
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Podemos+IU seguirá bajando, bajando hasta el 7% del voto, que es la gente que vota a la extrema izquierda en los países civilizados.
Y, por otro lado, ha quedado demostrado que la gente prefiere que el concejal de su pueblo se lleve unas comisiones ilegales a que la izquierda vuelva, ¡otra vez!, a arruinar a España.
Publicado por: Infierno de Cobardes | miércoles, 29 junio 2016 en 14:25