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martes, 03 mayo 2016

Comentarios

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Si siguen jugando con las cosas de comer, solo lograrán alimentar los movimientos autoritarios.
En Francia, al menos, el P.Socialista tiene a un Manuel Valls, odiado por la progresía española. En Alemania o Austria, ni siquiera eso; solamente a encubridores de los abusos musulmanes, encumbrados en la policía.

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