Hay hechos de valor poco trascendental que cambian la historia: un asesinato en Serbia provocó la I Guerra Mundial, y la indignación de unos generales, decían que patriótica, inició la guerra civil española.
Ahora, los casos de corrupción que están en los juzgados o bajo investigación judicial nos hacen ver una España carcomida por la inmoralidad de numerosos cargos políticos y sindicales.
Esta conducta es la coartada que permite el galleo de Podemos, grupo de vividores beneficiarios de la endogamia de Políticas de la Universidad Complutense, campus de Somosaguas, la gran corrupción universitaria, que denuncian a los políticos como si todos fueran ladrones, y que se proponen relevarlos aprovechándose de la indignación de buena parte de la opinión pública.
Quieren destruir lo que llaman el régimen constitucional de 1978 para construir otro populista de corte chavista: apoyarlos será una reacción desmesurada como la del asesinato en Serbia o el de los generales exageradamente patrióticos.
Le toca al PP ahora cargar con los grandes casos de corrupción. Redes por toda España que se han enriquecido y que, para callar a los posibles críticos del partido, le entregaban a éste unas limosnas de lo saqueado.
Pero seamos realistas: comparando los 436.372,82 millones de euros del presupuesto estatal de 2016, los casos de pudrición descubiertos hasta ahora señalan que lo robado anualmente no llega a 2.000 millones de euros, menos del 0,5 por ciento de este ejemplo.
Indecente e intolerable, y todos los ladrones a la cárcel, pero no es determinante en la inversión ni en el presupuesto nacional, y mucho menos con respecto al PIB real de unos 1,2 billones de euros.
Persecución de la corrupción, toda. Pero no destruyamos nuestro sistema constitucional mejorándole porque lo quieran los chavistas hambrientos de dinero y poder, que ya empezaron con las manos sucias de Monedero, Errejón, endogamia de Iglesias, Carmena, Colau y demás enchufes de novias, maridos, sobrinos y conmilitones.
---------
--------
Y ESTO NO ES DE SALAS, PERO VALE LA PENA
Es que es así. Estos jetas nos quieren hacer creer que estamos como estamos por lo que los políticos roban, cuando es el chocolate del loro. Es mucho peor lo que regulan y lis impuestos que ponen. Que es precisamente lo que los bolcheviques quieren incrementar.
Publicado por: Pepín | miércoles, 27 enero 2016 en 17:27