Como hay filtraciones de numerosos casos judiciales sometidos al secreto del sumario, y cada día son más, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha reconocido que estudió la posibilidad de sancionar a los medios informativos que divulguen esos secretos.
Sólo se lo planteó como hipótesis teórica, pero aun así, y ante la eventualidad de que alguien pensara en controlar la libertad de prensa, los medios informativos se lanzaron contra él como si ya hubiera impuesto La Censura Franquista.
La función del ministro en todo caso es evitar que los funcionarios y demás actores judiciales rompan el secreto del sumario para divulgarlo edntre los medios, porque el delito sólo sería de quien vulnera la cadena de confidencialidad.
Pero el problema del secreto roto es que este siglo XXI ha traído la informatización, una situación nueva que casi nadie enfoca adecuadamente.
Antes casi no había filtraciones porque cada caso se escribía a mano o máquina y quedaba enterrado entre legajos de papel a los que sólo accedían el personal judicial y los afectados por la causa.
Ahora todo está en ordenadores interconectados a los que innumerables personas, incluidos los piratas, pueden entrar anónimamente y obtener datos en los rincones más secretos de cada asunto para después repartir infinitas copias.
Se acabó el secreto judicial. En España y en todo el mundo libre. Finish. C’est fini. Finito. Ende.
Y cualquier esfuerzo por revivirlo es vano, aunque una de las grandes las garantías prometidas por las constituciones de todas las democracias sea mantener ese secreto sumarial para preservar la intimidad y el honor de los ciudadanos.
A la “pena del telediario” que pasaban los famosos cuando acudían al juez, en especial los políticos, se suma la de la informática: llega la libertad de divulgación de bits.
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El tema es que no hay interés en quitar las "comunicaciones" ilegales...
Yo dudo que sean piratas informáticos los que han entrado en los juzgados y buscado los legajos y comunicado después...
Si así fuera y hubiera interés se podría rastrear a los piratas y meterles en la trena por muchos años y variados delitos. Pero nadie mira nada...
¿Alguien ha mirado los legajos de un juicio? Son páginas y páginas, no escritas en fichero informático, sino escaneadas de papel mormal, donde no se puede buscar nada con un buscador... son intratables. Hay que leerlas enteras como antiguamente y poner postít para señalar lo importante... ¿Alguien cree que un pirata se mete en el juzgado y se pone días y días a leer prosa legal a buscar lo que se tiene que bajar?
Yo más creo que son los mismos funcionarios los que lo envían... y creo que algunas veces deben ser los mismos jueces, muy progretas ellos... ¿porqué? Pues por que no se entiende que si soy juez y decreto un secreto de sumario y al día siguiente me sale en el periódico no investigue a los que han tenido acceso y encuentre quién fue y lo eche de la carrera y le meta en la cárcel... o en último caso me busque la forma de quitarme de encima a los sospechosos.
Publicado por: dedalo | sábado, 02 mayo 2015 en 09:31