Acaba de ocurrirle algo muy llamativo en su exitoso programa “El Intermedio”, en La Sexta, al Gran Wyoming, simpatizante de Podemos, exceja zapateril, y el más constante y cáustico crítico de Rajoy.
Este lunes invitó a tres corresponsales de grandes medios extranjeros para que expusieran cómo veían la situación de España, y resultó que coincidieron en presentar una imagen más bien positiva y en relativizar sus males, incluyendo la corrupción.
Se diría que Wyoming no conoce otros países ni sus medios informativos, que ya desde hace más de un año afirman que podría estar dándose un “nuevo milagro español”.
Aunque quizás su empresa del grupo Planeta le ha ordenado que sea más equilibrado, no vaya a ser que le quiten el programa como a Jesús Cintora, y sus anchoas y monjas de “Las Mañanas de Cuatro”, su otro canal.
Sandrine Morel, la corresponsal de Le Monde, Hans-Günter Kellner, de la radio pública alemana y de la Agencia EPD, y Raphael Minder, del New York Times, informan a sus audiencias con neutralidad sobre España porque les es un país ajeno al que pueden observar, digamos, a vista de pájaro.
Los tres coincidieron en que la crisis ha provocado grandes daños sociales, pero que se han atenuado gracias a fenómenos muy españoles que generan simpatías en el exterior, como la solidaridad, cierta estabilidad estructural, y algo magnífico: la inexistencia de una extrema derecha que sí se da en sus países.
No estamos sufriendo, pues, el desastre económico y social que anuncia tanta prensa masoquista española que no mira al espejo de los medios extranjeros a los que, a pesar de la corrupción, este país les parece magnífico y reemergente.
La “Marca España” la activan los corresponsales extranjeros, para chasco de tantos Wyoming.
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Si quieren saber cómo de "positiva" fue la imagen que los periodistas extranjeros dieron de España, vean, por ejemplo:
http://www.lasexta.com/programas/el-intermedio/mejores-momentos/sandrine-morel-espana-hay-atasco-general-todos-casos-corrupcion_2015042700439.html
Como verán, el activista (que no periodista ni informador) don Manuel Molares, tiene que mentir un poquito, tergiversar y forzar para que el País que nos roban no quede tan por los suelos. ¿Y por qué se necesita esta impresión? Pues está bastante claro, señores/as: porque la imagen pesimista va a atraer el voto a Podemos, que para Molares no es, como para todos los expertos, un partido de reformistas socialdemócratas, sino un partido leninista-maoísta-bolivariano-masón. Bueno, confieso que lo de masón lo pongo yo, pero no creo que ande lejos de Molares, que hila adscripciones con la misma soltura (y el mismo acierto) que Franco con aquello del contubernio judeo-masónico.
Total, es perder el tiempo, porque mucha gente está suscrita y lee on line The New York Times y otros periódicos de prestigio, que hace tres días denunciaban la deriva autoritario-franquista del gobierno PP, como antes han denunciado la gangrena social de los recortes (hoy, sin más, Iñaki Gabilondo)? Más piedras a su propio tejado del señor Molares, que no descansa de pedradas. Pero bueno ¿y qué? Mientras paguen por ello, él seguirá R que R o, para ser más exactos P que P.
Publicado por: Juanjo Dupont | miércoles, 29 abril 2015 en 18:28