El método diseñado por Pablo Manuel Iglesias Turrión para conmover a las masas y cautivarlas con sus sueños contiene un apasionado lirismo y la milagrosa epifanía que transfigura a los fieles de algunas religiones.
Su objetivo es provocar la caída del caballo de Pablo de Tarso y la iluminación arrebatadora que reciben muchos musulmanes alrededor de la Kaaba.
Para ello exagera la pobreza, desigualdad, injusticia o corrupción que se sufre “todo el pueblo”, a causa de los políticos infernales, la “casta” de los infieles partidos “burgueses”.
Seguidamente anuncia su reparto de los bienes divinos proyectando imágenes poéticas sobre la felicidad, la vuelta al Paraíso Perdido.
El escritor angloespañol John Carlin, el mejor biógrafo de Mandela, se quedó corto cuando escribió que los discursos del pequeño Pablo representan la indignación de Cristo ante los mercaderes del templo.
Carlin dijo también que el líder de Podemos quiere hacerse “de todos para ganar a todos”, como otro Pablo, el Apóstol.
Pero no: el pequeño Pablo no cayó de caballo alguno e hipócritamente oculta su marxismo-leninismo mezclado con falangismo.
Su homilética emociona, motiva a quienes no esperan un mensaje realista con soluciones concretas para problemas reales, sino la fe religiosa en Él, Nuevo Ungido que promete la salvación.
Envuelta en imágenes poéticas, “los sueños”, el “imaginad”, “ved la Patria, la Patria eres tú”, con belleza paradisíaca, con emociones herederas, aunque ahora quiere silenciarlas, de aquellas cursiladas: “Qué grandeza sobrenatural transmite el Comandante (Chávez)”, “Qué dolor, se nos ha ido el Comandante, pero sin él sus sueños perdurarán eternamente en nuestras ilusiones”.
El fondo y la forma de Podemos para atraer parroquianos, diseñado por profesionales de Políticas, copia el poético discurso fundacional de la Falange (29-10-1933), que sirve como manual del arte de predicar, y del que incluso extrae frases textuales contra los partidos y el liberalismo.
Lea ese discurso, seguramente aportado por otro de los ideólogos de Podemos, el profesor de Políticas primero nazi, luego secretario general del PP y ahora ultracomunista, Jorge Verstrynge, y comprobará los paralelismos: la parroquia de Podemos podría ser perfectamente joseantoniana.
-------
Verdades como puños en este brillante enfoque global del salto al vacío sin red al que aspiran algunos españoles en su desesperanza.
Lo de Potemos son pulsiones y emociones, no hay propuestas realistas contrastadas ni debates serios. Nadie sabe qué pretenden hacer, en qué se basan y mucho menos cómo y con qué dinero piensan acometerlo.
Estos aventureros ricos disfrazados de perroflautas intentan capitalizar la rabia, el hartazgo y las ganas de revancha de españoles defraudados, y lo hacen con derroche de populismo y demagogia, diciendo justo lo que la gente quiere oir, como si fuéramos cubanos o venezolanos.
No se inmutan cuando se destapan los múltiples chanchullos e irregularidades que los comprometen, sino que echan mano del victimismo, y se quejan de que la casta los persigue...pero no explican la fechoría ni se justifican, demostrando que son tan casta como la que más.
A falta de una decidida regeneración de una democracia enferma por parte de los partidos grandes, muchos descontentos se empecinarán en agarrarse a un clavo ardiendo, aunque sea ultracomunista y los ojos puestos en Fidel Castro.
¿Será que esos españoles dispuestos a dar el salto al vacío sin red, a apoyar a la cuadrilla de derribo, echan de menos la denostada dictadura?
¿Será eso, Molaritos, que quieren volver a vivir en Dictadura?
Publicado por: MIRANDA | martes, 03 febrero 2015 en 21:14