Está emergiendo por toda España una fuerza política fascinante, Ciudadanos, que atrae por su programa accesible, lógico y cargado de sentido común, y por el discurso pausado e inteligente de su presidente, Albert Rivera.
Ciudadanos, ya con dos eurodiputados, tiene ya como militantes a mentes brillantísimas, como son, sólo para empezar, los economistas Luis Garicano, un liberal-progresista catedrático estrella de la London School of Economics, y Manuel Conthe, alto cargo inicialmente con Zapatero, del que huyó espantado.
Rivera hace protagonistas a quienes lo rodean, como a Garicano y Conthe, al presentar esta semana en Madrid el programa económico de Ciudadanos, titulado “El cambio sensato. Propuestas de Ciudadanos para devolver a España su futuro”.
Resumamos unas poquísimas de sus muchas fórmulas cargadas de sentido común:
Contrato único indefinido para todos los trabajadores, con indemnizaciones crecientes conforme a la antigüedad.
Seguro contra el despido, con bonificación en las cotizaciones de la Seguridad Social a las empresas que despidan menos y un "complemento salarial anual garantizado" para los salarios bajos.
Un IVA máximo del 15-16 por ciento y mínimo de un diez; dación en pago en caso de fallo en los préstamos hipotecarios, obligando al banco a aceptar en pago al precio del mercado del inmueble cuando se ejecuta la hipoteca.
Nada de fondos para formación a sindicatos o patronales: directamente a los trabajadores, en cheques específicos para esa formación.
Se trata de promover "un modelo de crecimiento inclusivo basado en el conocimiento y en la formación, en el esfuerzo y en el mérito que combine la flexibilidad para encajar en la economía mundial globalizada con la igualdad de oportunidades”.
Ciudadanos promete presentar próximamente todos los demás aspectos de la gobernanza que propone para España, en total seis, con personalidades de talla similar a la de sus economistas.
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Los españoles nos sentimos tan escépticos, tan decepcionados con los errores, corruptelas y/o incumplimientos de la clase política que ha venido alternándose en el poder a lo largo de las últimas décadas, que aquellos que todavía no han tocado poder, Ciudadanos, UpD, Podemos, Vox, etc, parecen revestidos o mejor investidos de una credibilidad añadida que, si bien se piensa, no es garantía de nada.
Como no se les puede reprochar todavía ninguna barrabasada (salvo chanchullos personales, caso de Monedero, Tania o el número dos de Rivera, o las contradicciones de la propia Rosa en su tiempo de conselleira socialista), dan por sentado que todos son buenos y honorables, y además, que van a cumplir rigurosamente sus compromisos...pero ¿cuales exactamente?
Porque todos ellos son muy eficaces señalando los fallos y chapuzas de los que gobernaron, esos que todos conocemos sobradamente, pero se pierden en vaguedades y abstracciones cuando se trata de explicar qué es exactamente lo que van a hacer, de qué manera y cómo piensan costearlo.
Algunos, como la camarilla de penenes germinados en la Complutense en formato ultra-marxista-chavista, es que no sueltan prenda ni dan pista alguna del tipo de franquicia bolivariana que piensan calzar en España, si los dejan. Seguid sus discursos populistas y demagogos y veréis cómo no hay ni traza de un proyecto serio de gobierno.
Aparte ese caso extremo de cinismo en bonvivants disfrazados de perroflautas, nos escuece la espalda de gatos escaldados cuando, vgr.,los mismos Podemos, Alberto Rivera o Rosa10 pretenden ocupar a la vez la izquierda y la derecha, o sea pillar votos de cabreo y abstemios del PP y del PSOE.
Sabemos que son malos tiempos para las ideas y los valores, pero hombrepordios, no se puede pretender ganar unas elecciones a golpe de slogans y collejas a los adversarios, pescando a diestra y siniestra en las aguas más que revueltas.
Rosa10 hace alegatos a la unidad, pero luego desdeña a una región histórica como es Galicia. Y, socialista con cargo y carnet, desdeña a su ex-partido y descarta coaliciones que podrían impedir su naufragio previsible.
Ciudadanos ficha economistas, pero Ciudadanos votó siempre a favor de la Ley del Aborto en el Parlamento catalán, contra el Concordato con la Santa Sede y contra la formación religiosa y los crucifijos en los colegios. También se negó a retirar las banderas independentistas, como pedía el PP y ha defendido una España federal. ¿No decían que estaban por la unidad de España? ¿En qué quedamos? ¿Cómo espera engatusar a los conservadores?
Salvo los de VOX, que parecen no tener complejos y no se cortan en presentarse con sus ideas y posturas dirigidas a un sector liberal-conservador, (o sea como el mensaje del PP pero sin complejos ni pasteleo con terroristas, abortistas o separatistas) todos los demás están jugando a la ambigüedad para pillar a diestra y siniestra votos de distraídos o desinformados.
En cuanto al PP, costará trabajo creerle nada de lo que proponga, vista la nula fiabilidad de su palabra y sus compromisos en una gestión que no ha sido sino un tercer mandato zapatero.
En cuanto al PSOE está tan pero tan perjudicado y reincidente en su "cuanto peor, mejor", que ha empezado a rescatar momias del zapaterismo, como fray Gabilondo, mientras ZP, Bono y otros capullos clásicos le hace cucamonas a Poquito Iglesias.
Señor, señor, qué cruz! Dan ganas de emigrar, Molaritos. A Suiza, por ejemplo, que se levanta sobre cimientos de papel moneda aportado por las aves rapaces del mundo entero.
Por cierto, super cumlaudem para la tira del Salas. Qué grande eres, brother!
Publicado por: MIRANDA | viernes, 20 febrero 2015 en 21:57