Los españoles, que hasta hace poco tiempo perdonaban a los políticos y funcionarios corruptos y los reelegían una y otra vez, están ahora indignados con ellos y piden que se les aplique la justicia más dura, lo que demuestra que, esta vez sí, están dejando de ser católicos.
Señor Molares, se equivoca. Pregunte usted a cualquier colombiano quien fue Blas de Lezo, si mucho sabe responderá que fue un marino o pirata cojo de quien hay una estatua en Cartagena de Indias.
Lo anterior no por ser más ignorantes; si alguien cree saber más que otro sólo le aventaja en que va más perdido. La aparente ignorancia responde a la simiente que trajimos hace quinientos años a esta tierra americana.
Asi como ustedes, por herencia aquí nosotros levantamos estatuas, velamos lapidas, y desenrollamos alfombras rojas a cuanto prestilingüitador*, hampón, ladrón y asesino maltrata la Tierra, asesina a nuestros congéneres, ridiculiza nuestra cosmovisión y pone precio a nuestros valores para saquearlos y comerciar con ellos. Cuanto mayor sea su poder destructivo y de saqueo, más grande será la estatua que erigimos. En fin, torpezas humanas en el proceso de evolución.
*Palabra acuñada por mi en honor a Vargas Llosa y la cual, por lo común de la especie, espero encontrar en la próxima edición del Diccionario de la Real Academia Española.
Mi amor y deseo de bienestar.
Publicado por: Amparo Morreno | sábado, 15 noviembre 2014 en 18:19