Que se maten entre ellos los fanáticos de las distintas sectas islamistas, que se asesinen degollándose, decapitándose y ametrallándose por diferencias interpretativas de una de las 6.236 aleyas del Corán o de un hadiz, no debería preocupar a quien no sea como ellos.
"Entre ellos" es mucho generalizar. Normalmente, el de la metralleta mata al que no la tiene, o a su mujer o a su hijo, y eso sí es preocupante.
Publicado por: JoseAngel | viernes, 15 agosto 2014 en 17:08