La entrada en la cárcel por corrupción de Jaume Matas, que fue presidente de Baleares y ministro de Medio Ambiente con Aznar, señala una nueva conducta del poder ante la sociedad española porque el gobierno de su propio partido, el PP, tuvo que negarle el indulto que pedía, y que hace poco tiempo le habría sido concedido.
Aunque entra para cumplir una condena de nueve meses, le esperan otros procesos que pueden traerle numerosas penas, ejemplo que observan con temor otros políticos, como los nacionalistas catalanes sospechosos de milmillonarios casos de corrupción.
Y es casi seguro que Iñaki Urdangarin, yerno de Juan Carlos I y cuñado de Felipe VI, terminará en la cárcel sin remisión alguna, y quizás también su esposa, hermana del nuevo Rey.
Hay un cambio sociológico en el país, que ya no tolera los indultos a los poderosos, y que se detectó tras la reacción indignada de la opinión pública cuando el Gobierno perdonó a un conductor homicida, directivo de una gran empresa y defendido por un gabinete de abogados en el que trabaja un hijo del ministro de Justicia, Ruiz-Gallardón.
Estamos viendo en prisión a políticos u hombres de negocios que antes obtenían clemencia fácilmente: la balear María Antonia Munar, el extesorero del PP, Luís Bárcenas, y otros implicados en el caso Gürtel, o el expresidente de los empresarios, Díaz Ferrán.
Ya no hay bula, y ocurre bajo un gobierno del PP, antes muy caritativo con los poderosos: y es que ya no puede hacer nada en favor de los suyos porque este nuevo espíritu de justicia de los españoles no se lo permite.
Podría estar iniciándose un buen camino para la regeneración: cerrada la vía de los indultos decenas de poderosos deberán terminar ejemplarmente entre rejas, como nos merecemos.
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En España soplo entran a la cárcel los ladrones del PP, los de derechas.........a los ladrones de izquierdas ni siquiera se les procesa.
Agravio comparativo se llama esa figura.
Publicado por: Infierno de Cobardes | miércoles, 30 julio 2014 en 22:38