Debemos recordar cómo y cuándo se gestaron los atentados en los trenes de Madrid del 11M de 2004 que costaron inicialmente 191 muertos y millares de heridos, y observar el recién aparecido mapa del proyecto yihadista que señala como objetivo la reconquista en cinco años de territorios que incluyen toda España y Portugal.
Debemos prepararnos para sufrir los peores ataques porque, aunque la reconquista deberá fracasar, los golpes terroristas del Califato nacido del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) podrán desmoralizar y acobardar a muchos españoles, como ocurrió en 711 y tras el 11M.
Hay que tomar en serio el “Mapa Negro” del EIIL que incluye Al-Andalus, una obsesión para el su recién autoproclamado Califa, jefe de todos los musulmanes, el terrorista Abu Bakr al-Bagdadi, que ordena masacres, fusilamientos masivos y crucifixiones de infieles y renegados, con víctimas agonizando durante varios días.
Con la proclamación del Califato --el último, el otomano, cayó en 1924--, el
Salvo cobardía y colaboracionismo no deberían conseguir ese objetivo, aunque para intentarlo entrenan a yihadistas españoles o conocedores de España, que van a las guerras santas a prepararse en técnicas terroristas que pueden causar muchos 11M.
Las últimas investigaciones sobre esos atentados de 2004, cuyas conclusiones presentó el mayor experto español en yihadismo, Fernando Reinares, señalan que habían comenzado a gestarse en Karachi, Paquistán, tres años antes.
Fueron la venganza por la caída de la célula que Al Qaeda del terrorista Abu Dahdah, que comenzó a prepararse para actuar en España en 1994 según el fanático designio islamista desde 1492 de reconquistar Al-Andalus.