Si existiera realmente el separatismo de los catalanes que proclaman los nacionalistas resultaría que quienes quieren aislarse no lo hacen por conservar territorios o culturas, sino por destruir sus propios lazos familiares.
Porque el apellido catalán dominante es García, el segundo más abundante en toda España.
El Instituto Nacional de Estadística (ine.es) es un universo de sorpresas. Si buscamos “apellidos” y seguimos los menús encontraremos todos los que tienen más de cinco personas en cualquier parte de España.
Busca usted la lista de los doce apellidos más comunes en las cuatro provincias catalanas y resultan empezar por García y Martínez, en este orden.
Un dato fundamental: Vila, el primer apellido supuestamente catalán –aunque quizás sea gallego—aparece en Girona como número nueve. Y Solé es diez en Lleida. Los demás de los doce primeros son los más comunes en el resto de España.
Pero si vamos a Euskadi nos encontramos con la España más común, con García y Fernández como los apellidos dominantes en las tres provincias.
El primer apellido vasco entre los doce más abundantes es Larrañaga, décimo, y sólo en Guipúzcoa, porque en el resto, hasta Jiménez, son más propios de los vascos.
En Galicia, donde hay separatistas, aunque pocos, y peleándose por purezas célticas, modelos de gaitas y subvenciones, hay mayor variedad.
En Coruña, dominan los García y Rodríguez, en Lugo los López y Fernández, en Ourense los Rodríguez y Fernández, y en Pontevedra los Rodríguez y González.
La lista de los doce apellidos más abundantes en España señala, primero Fernández, con el 76,5 por mil habitantes, seguido de García, 62,6, y por debajo, González, Álvarez, Rodríguez, Martínez, Suárez, López, Pérez y Díaz.
El separatismo no es cuestión de territorios o culturas. Es una guerra familiar incitada por ajenos a la familia, a los que siguen los cretinos de la familia a la que los patriotas subvencionados van a esquilmar.
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Por si no fueran suficientes la invasiones, las ocupaciones, los destierros,las guerras, las colonias, el mestizaje... todo ese trasiego imparable de familias dentro de la piel-de-toro en el curso de la historia del país, ocurre también que la emigración interior, unas veces por traslados profesionales, otras para abrirse camino laboral,otras por necesidad en tiempo de guerra o hambruna, por matrimonio, etc, han provocado un un pêle-mêle de oriundeces imposibles de organizar.
Es por eso que, en un mundo globalizado, donde los Zaras y los McDonalds salpican todos los mapas, resulta aún más ridículo ese sentimiento excluyente que les lleva a llamar "vagos y ladrones" a los padres de quienes se lo han currado para hacer grande a Cataluña y a los abuelos de los charnegos vergonzantes, que intentan hacerse perdonar su sangre impura mostrándose más reivindicativos y separatistas que los oriundos de varios apellidos.
La estadística de los apellidos españoles redunda en lo que ya sabíamos. Que los españoles estamos juntos y revueltos, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, en el éxito y el fracaso,hasta que la muerte nos separe.
En Galicia, dices verdad, Molaritos, apenas existe el sentimiento nacionalista, seguramente porque el sentidiño y la emigración han forjado un pueblo recio y sabio.
Lo que hay es un puñado de folklóricos , excluyentes y xenófobos, muy interesados en mantener viva la pamema del nacionalismo (con lo del separatismo no se atreven) dado que viven de ello, a través de asociaciones, fundaciones, academias y demás chollos, que el contribuyente sostiene malgré lui.
Y la Xunta del PP, de natural pastelera y medrosa, consiente que TODO cuanto se mueve en la Administración, televisiónes, radios, webs culturales y educativas, universidad, absolutamente todo se haga en gallego, siendo el español la lengua madre y usual del 85% de los gallegos.
Y aún el 15% que supuestamente fala galego, en realidad no habla esa cosa inventada por los gurús, sino un castrapiño de andar polacasa.
Publicado por: MIRANDA | domingo, 27 abril 2014 en 20:21