El general Vicente Rojo, el militar republicano más preparado y admirado en la lucha contra Franco, afirmaba en un documento, inédito hasta este domingo, que la bandera tricolor creada por la II República para sustituir a la histórica bicolor era sectaria y dividía a los españoles.
Las opiniones sobre la bandera del general cuatro veces laureado eran desconocidas hasta que el abogado, periodista y militante de Ciudadanos, Javier Nart, publicó en ABC el escrito en el que tras la derrota le reprochaba por fin a las autoridades de la República haber eliminado la enseña constitucional desde 1812, que representaba también a la I República.
Para Rojo la bandera tricolor no respondía a una aspiración nacional, era desconocida para la inmensa mayoría de los ciudadanos, partidaria, dividía España y sólo traía complicaciones, “como ha sucedido”.
“La bandera que teníamos los españoles no era monárquica sino nacional. La bandera de los Borbones fue blanca; la bandera real era un guion morado”.
“En cambio la bandera bicolor como enseña nacional fue creada por las Cortes españolas en plena efusión de liberalismo, constitucionalismo y democracia”.
“Se tomaron colores españoles que venía usando tradicionalmente la Marina de guerra que dieron tono a los guiones reales de los Reyes Católicos (rojo) y de Carlos I (amarillo); que eran también los colores de una enseña tradicional en Aragón, Cataluña y Valencia”.
“El pueblo no anhelaba incorporar a la bandera el color morado de Castilla. No podía anhelarlo porque la masa del pueblo español ignoraba que el morado fuese el color de Castilla (...)”.
Tras leer a Rojo y observar la bandera que defendió heroicamente, al margen de no sentirla como la legítima, volvamos al hoy: las crecientes protestas antigubernamentales nunca llevan enseñas constitucionales, sino las “sectarias” de la II República.
Seguramente por eso millones de españoles que apoyarían las manifestaciones nunca se unen a ellas: la tricolor genera emociones negativas, rechazo mayoritario.
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No entiendo muy bien cómo nadie puede llevar una bandera constitucional si en España no tenemos Constitución, sino una Carta Otorgada o Los Principios Fundamentales del Reino.
Yo en esto de la bandera no creo que los colores tengan mucha importancia, es más, estoy seguro que la mayoría no sabría ni colocar dichos colores en la enseña actual.
Lo importante no son los colores de una nación, sino la sustancia que hay tras esos colores. Y los de España son poco presentables: no es una democracia.
Sin separación de poderes, sin representatividad en las elecciones, sin justicia independiente, esto se parece a la II República, aunque para más inri tenemos la vergüenza de tener cargos políticos vitalicios y hereditarios.
Pero si don Manuel tiene razón y los colorines de la bandera importan, pues nada, viva la República Constitucional con enseña rojigualda.
Publicado por: Saverius | lunes, 03 febrero 2014 en 17:07