La teoría del calentamiento global ha dejado congelados a un grupo de sus entusiastas unidos en Australia y formado por 22 científicos, 26 ecologistas y cuatro periodistas a los rescataron en helicóptero de un barco inmovilizado por el crecimiento del hielo en la Antártida, cuando pretendían demostrar que ese continente tiende a disolverse.
Los calentólogos esperaban repetir la travesía que sí logró hacer hace un siglo entre témpanos y agua helada, pero navegable, el explorador británico-australiano sir Douglas Mawson (1882-1958), en cuya memoria se nombraron varias áreas de la Antártida, como Mar de Mawson, Costa Mawson y la Base australiana permanente Mawson.
El calentamiento global de origen antropogénico está perdiendo adeptos, aunque no la idea de que asistimos a un cambio climático como los que ocurren desde que existe el planeta.
Esta vez quizás hacia el frío, y no al calor, con lo que el CO2 en lugar de ser indeseable facilitaría calor y fertilizaría las plantas.
La teoría calentóloga ha perdido numerosos creyentes: la reunión del Panel Climático de la ONU del pasado noviembre en Varsovia fracasó, los ecologistas huyeron de ella por su falta de contundencia contra la actividad humana y los medios informativos no le prestaron atención.
El gran gurú del calentamiento global antropogénico, Al Gore, ha cerrado todas las oficinas de su Alianza para la Protección del Clima, que montó junto a su oscarizado documental “Una verdad incómoda”.
Numerosos académicos de Hollywood piden retirarle el premio porque se comprobó que había introducido informaciones alarmistas sabiendo que eran falsas.
Mientras, los países asiáticos, Australia y EE.UU., se plantean no pagar las tasas por emisión de CO2, y estudian ya las consecuencias del posible enfriamiento planetario.
El barco ruso fletado desde Australia por los calentólogos tendrá que esperar tiempos mejores para salir de una zona de la Antártida a donde ni siquiera lograron acercarse para desbloquearlo dos potentísimos rompehielos.
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Y que les puede importar lo que depara al futuro, a la pandilla de trincones que no nos dejan en paz vivir en el presente.
Plovelbio Chino
Publicado por: Luis | domingo, 05 enero 2014 en 16:49