En el “Memorial de Agravios” de 1809, que inició el independentismo de la América española, se acusaba al Reino de maltratar a los criollos al negarle todo poder funcionarial para entregárselo a los enviados desde España.
El documento, inspirador de Bolívar, no era más vehemente que el enésimo y más reciente de Artur Mas con su “Espanya ens roba” y sus protestas contra el maltrato al catalán, que no es una persona, sino un dialecto del latín vulgar, como el occitano, el gallego, o el castellano.
Mas denuncia el “expolio fiscal de Cataluña”, cuando nadie desfalca un mapa físico, un terreno como cualquier otro, sino a algunos de sus habitantes según su renta, como al resto de los españoles.
“El Estado no ha tenido ninguna voluntad de mostrar la plurinacionalidad ni la diversidad lingüística”, denuncia.
Y protesta porque el catalán “no pueda ser utilizado en igualdad de condiciones ante la Administración General del Estado”, en las Cortes, o en el Parlamento Europeo (donde sus 28 países miembros sólo usan 23 lenguas).
“No hemos de olvidar que la lengua es más que un medio de comunicación. Es un código, un alma, una referencia geográfica y una marca de carácter colectivo”.
Este es el gran fetiche de los nacionalismos: la lengua no es el alma de nadie. Ni una marca, ni nada. Todo idioma es un instrumento en transformación constante para intercambiar ideas , como el latín vulgar.
Siendo código para entenderse entre cercanos, obliga a emplear otro de mayor espectro para comunicarse con gentes de otras áreas, a las que no puede exigírseles usar el minoritario propio, habiendo además distintas minorías cercanas: ¿por qué un funcionariio vasco va a tener que hablar catalán y gallego, y viceversa haciéndose euskaldunes, cuando tienen un idioma común?
Si los prósperos esclavistas catalanes hubieran negociado en catalán en Cuba, por ejemplo, pocos cubanos hablarían castellano, pero, ¿verdad, Mas?, como esta lengua mesetaria daba Más dinero…
---
La lengua no pertenece al territorio sino a las personas. Es un vehículo de comunicación, como lo es el lenguaje gestual de los sordomudos. Formas de entenderse.
Como todo lo humano, las lenguas nacen, viven y hasta mueren. Y no pasa nada, si sus hablantes han decidido abandonarlas. Pasa a diario por el mundo.
GeyperMAS y sus pujoles están enfermos de soberbia, porque no puedo creer que estén tan desinformados para ignorar que, ya desde el franquismo, y sucesivamente todos los gobiernos españoles, han favorecido descaradamente a vascos y catalanes, en detrimento de las demás CCAA.
Así crecieron, se industrializaron y consolidaron....gracias a la aportación laboral de tantos españoles allí asentados, la solidaridad fiscal de todas las regiones y el consumo masivo de sus productos, promovido desde los gobiernos sucesivos.
La imposición lingüística en las regiones con lengua propia ha sido una poderosa herramienta de poder de los grupos nacionalistas. Así controlaron la enseñanza, la cultura, la Universidad, la administración, los premios literarios, y todo lo demás.
Ellos son los que no han mostrado el menor respeto a la libertad personal e individual de los españoles para expresarse, formarse, comunicarse y curarse como buenamente les salga de las gónadas.
Los inquisidores excluyentes, controladores de recreos infantiles, de cartelería comercial, de actos culturales, de televisiones regionales, son el paradigma de la falta de respeto, consideración y talante democrático.
Cuando gallegos, catalanes y vascos no podemos vivir en español, que incluso en los hospitales y colegios se obliga al uso de la lengua local, que estos individuos pretendan que España viva en sus respectivas lenguas de ellos, manda muchísimo carallo.
Los nacionalistas, faltos de ideología y proyectos, se han apropiado de la lengua, la cultura, la tradición, como señas de identidad, como marca propia. Eso les ha dado poder y cancha de juego para sus argalladas, para inventar un lenguaje artificial en sus laboratorios, para colocarse y enchufar a los suyos, para retroceder al fondo mismo del terruño tras la cerca....precisamente cuando la globalización suprime fronteras, monedas y lenguas para simplificar y unificar.
Porque la pela es la pela, los empresarios catalanes están ya entonando el gori-gori, a punto del ataque de nervios por la chiquillada de GeyperMAS, viendo que la paciencia de los españoles está llegando al punto de fusión o rebote.
Publicado por: MIRANDA | miércoles, 06 noviembre 2013 en 17:20