El caso de Noureddine Ziani, inmigrante marroquí residente en Cataluña al que el Ministerio de Interior quiere expulsar de España, permite analizar cómo manipula el independentismo catalán a los inmigrantes y la presión creciente que ejerce sobre los musulmanes el salafismo, el radicalismo que pretende reconquistar su añorada Al-Andalus.
Ziani es, o era, un agente del servicio secreto marroquí, el DGED, que preside los Centros Culturales Islámicos de Cataluña. Además, fue nombrado director del Espacio Catalano-Marroquí de la Fundación Nuevos Catalanes (FNC), máquina propagandística que usa la Generalidad para atraer inmigrantes al separatismo.
Su acción se detecta en acciones colectivas de extranjeros en Cataluña, en las que ondean banderas cuatribarradas, muchas esteladas, junto a las de países musulmanes o de otros orígenes, incluidos los latinoamericanos.
El FNC trata de alejar a todos de la idea de que viven en España: entre los latinoamericanos, aunque les disgusta que les impongan el catalán, aparecen banderas catalanas y de sus países, pero ninguna del que les dio idioma y, ahora, acogida.
Pagado por la Generalidad, Ziani parece desobedecer al servicio secreto marroquí acercándose al radicalismo islamista y al salafismo arábigos, cuyo mensaje es la guerra santa y la reconquista de España por la “umma”, comunidad mundial de creyentes.
Una actividad que alarma al CNI español, junto con su apoyo en asociaciones y los medios de comunicación catalanes al separatismo siguiendo órdenes del independentista radical Àngel Colom, presidente de la FNC.
Y la DGED, el servicio secreto que envió a Ziani a España, parece preocupado porque podría ser triple o cuádruple agente y estar traicionando –o no-- a Marruecos.
Sus operaciones disgustarían, de momento y aparentemente, a Mohamed VI, dados los intereses marroquíes en el Sahara: España podría responder al islamo-catalanismo apoyando más al independentismo saharaui.
-----
Consultado atentamente por los servicios de inteligencia de muchos países, elespiadigital.com analiza cómo y por qué la información inicial sobre el caso Ziani apareció en El País, y los errores del CNI al facilitar datos que no deberían haber salido de sus arcones de secretos.
El análisis y también la advertencia se titula El “caso Ziani” y la salvaguarda de la información clasificada del CNI.
-------
Comentarios
Puedes seguir esta conversación suscribiéndote a la fuente de comentarios de esta entrada.