Saber que Mariano Rajoy se vio con Felipe González más veces que con él, con quien sólo tuvo una larga conversación desde que es primer ministro, podría ser una de las causas de la irritación contra su sucesor en el PP mostrada por José María Aznar en Antena 3.
Un ataque con poco éxito dentro del partido del que Aznar es Presidente de Honor, mientras las fuerzas opositoras se levantaban indisimuladamente a favor de su víctima, temiendo la vuelta política del “premier” entre 1996 y 2004.
Un miedo irracional, porque Aznar haría todo lo posible por alcanzar pactos con ellos si no tenía mayoría absoluta, como cuando gobernó en minoría, años 1996-2000.
Para atraerse a los nacionalismos hablaba catalán en la intimidad y le entregó al PNV en seis meses más prebendas que Felipe González en veinte años, como anunció magnetizado Xabier Arzalluz.
Incluso es falso que metiera a España en una guerra, pese a todas las campañas que lo presentan como invasor de Irak: la alentó, sí, pero sólo envió un pequeño contingente militar tras la caída de Saddam, alejado de las zonas de combate.
Fue más por agradecimiento a EE.UU. –su complicidad en Perejil-- que por belicismo.
Entonces, ¿por qué apoyan a Rajoy incluso los nacionalistas, como Durán i Lleida, que calificó de traición el ataque de Aznar?
Presumiblemente por su aparente prudencia, sin responder empleando todo su poder contra las crecientes provocaciones de esos nacionalistas, por ejemplo.
Aunque para otros, representados por el actual Aznar, esa actitud es pusilánime, de una lánguida flaqueza en la economía, y frente al separatismo de CiU.
Finalmente, el enigmático Rajoy ha salido mejor que peor parado de la entrevista de Aznar, sin que nadie pueda aclarar si es el raposo que sube y baja las escaleras simultáneamente, aunque igual ni siquiera hay escaleras.
------
Y a mí que me da que Aznar ha saltado por lo de Bárcenas y la gurtel......
Publicado por: Infierno de Cobardes | domingo, 26 mayo 2013 en 09:45