Cuando los estudiantes asturianos tomen vacaciones a finales de este año no se llamarán de navidades sino “de invierno” y las de la próxima Semana Santa serán las "del segundo trimestre”, según una circular de la Consejería de Educación socialista de esa región que tiene como patrona a la Santina, la Virgen de Covadonga.
Asturias y la España de la Reconquista nacen de la leyenda de esa Santina, que ayudó en 722 a los cristianos de Don Pelayo a derrotar a los moros, que fueron expulsados en 1492 con ayuda también del Apóstol Santiago.
Tratar de cambiar el nombre y el significado de las fiestas religiosas es el perenne afán revolucionario de la izquierda, exacerbada bajo el comunismo, que las extinguió, y el nazismo, que pretendía sustituir las santas por valquirias.
En sus dos mil años de historia el cristianismo fue sustituyendo lentamente las fiestas paganas por las de sus santos, pero no se adueñó de los hitos temporales, como los de la semana y los meses. Desde el lunes, Lunae, hasta el sábado, Saturno, la semana señala objetos celestes. Sólo Dominus, domingo, es cristiano. Y los meses evocan, desde enero, Jano, hasta diciembre, décimo mes romano, a dioses o emperadores.
En realidad el cristianismo no pudo eliminar ni absorber como suya la fiesta más pagana del calendario, la de los carnavales, la del pecado carnal.
El único salto notable fue el paso del calendario de Julio César, que duró unos 1.620 años, al gregoriano del Papa Gregorio XIII, creado en 1582, y que es el que nos guía hoy.
La señora Ana González Rodríguez, consejera de Educación asturiana, si fuera una verdadera izquierdista impondría el calendario revolucionario francés, que empezaba en septiembre con el mes Vendémiaire, la vendimia, terminaba en Fructidor, recogida de fruta, y tenía nombres tan evocadores como Germinal.
Doña Ana fue directora del gabinete de la pintoresca Bibiana Aído, ministra que, de seguir gobernando, quizás habría sustituido el actual calendario gregoriano por el bibiarano: así de tirapalante y lanzada que era.
Tras el bibiarato revolucionario de doña Aña llegará otro Napoleón, como en Francia, que eliminará las ocurrencias ahora en Asturias de esta exaltada valquiria.
---
Lamentable este comportamiento de la extrema izquierda, que antepone la persecución de la religión a interés de los ciudadanos.
Publicado por: Patriota | jueves, 23 mayo 2013 en 17:58