Se ha sumado todo para que España y los españoles vayan mal, aunque, como acredita Murphy, lo que va mal tiende a ir a peor. Corrupción en el PP, en el PSOE, en los nacionalismos y los sindicatos, la Casa Real acosada, y los medios informativos especializándose solamente en difundir la basura que nos cubre.
Tras tanta denuncia en algún momento deberíamos quedar limpios: muchos de los que ensucian están encausados, y alguno preso, como el expresidente de los empresarios, Gerardo Díaz-Ferrán.
Y como si no tuviéramos suficiente inmundicia, la creamos, como es el caso de la supuesta herencia de Don Juan, el padre del Rey, muerto hace veinte años, y de sus teóricos mil millones de pesetas, según “El Mundo”.
Don Juan vivió todo el franquismo en el extranjero, con parte de su familia en Suiza, a donde le llegaban donaciones de fieles monárquicos, cuando ni siquiera había IRPF en España.
Lo que poseyera era para mantener la línea sucesoria, para cuando volviera la monarquía, porque creía en su destino milenario. Pero Franco se saltó sus derechos históricos.
Y sólo la casa burguesa, aunque no palacio, que compró en Madrid a su vuelta, valía parte de ese supuesto capital.
Para mayor desgracia, y sin que se olviden los errores del Rey, la corrupción llega hasta su yerno y mancha con sus presuntos delitos a su hija, la Infanta Cristina.
En medio, el independentismo para ocultar insaciable la corrupción de la política catalana, la resurrección de ETA en las instituciones gracias al Constitucional impulsado por Zapatero, el desempleo, la desmoralización, la crisis económica internacional, pero también nacional, que paga aún las locuras del mismo Z…
Si España supera este KO, como algunos boxeadores, resultará que es inmortal, y ello a pesar de que los siempre torpes españoles repiten incansablemente sus errores, como señala Murphy.
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No estoy del todo seguro de donde están los errores de los españoles en ese listado de despropósitos. ¿Tenían culpa los españoles de tener que emigrar para vivir? Quizá era culpa suya que el caudillo quisiese perpetuar su estirpe mil años como el tercer reich y por eso don juancar (el campechano) juró fidelidad al movimiento nazional.
Bromas a parte es evidente que España carece de mecanismos de control. El rey, que pagamos y padecemos, no da explicaciones de lo que hace con nuestro dinero. Así desaparecen osos y elefantes y aparecen lagartas. Tampoco sé, y tve no ayuda, porque debemos que ser siempre los españoles con nuestro esfuerzo los que enderecemos el país. Que es nuestro y debemos cuidarlo sí, pero estaría bien que algún día se patease el culo de los incompetentes que nos parasitan (incluidos periodistas).
Publicado por: Marcando | jueves, 04 abril 2013 en 16:48