Unos 300 políticos de toda España, de derechas, izquierdas y nacionalistas, están imputados por corrupción. Pues tendrían que ser muchos miles.
Desde siempre los familiares y paisanos del político español iban a la capital de provincia, Comunidad o a Madrid, a pedirle una recomendación.
Y es raro que el político no favoreciera a sus allegados dándoles, como mínimo, un puesto de trabajo público que estos agradecían donándole chorizos al protector.
Un país de chorizos y nepotismo. Antes era tolerable, pero en el mundo globalizado y competitivo actual hemos ido a la ruina con tantos familiares, conmilitones y asesores de confianza enchufados.
Ejemplo: un fiscal acusa al ex presidente del PP de Ourense, José Luis Baltar de prevaricación por contratar como asalariados, en vísperas del Congreso Popular de enero de 2010, a 115 personas para controlar mejor la Diputación Provincial que presidía. ¡Si sólo ayudaba a la gente a la que quería!
Observemos cualquier pequeño municipio: el presupuesto se va en el nepotismo de cada partido. Contratan a los suyos cuando gobiernan y, finalmente, son tantos los empleados de toda ideología que no queda nadie desempleado, ni quien produzca riqueza: todos funcionarios.
Como nos debemos favores unos a otros, aparecen casos como el Nos de Urdangarín, el Gürtel del PP y algo del PSOE; los Campeón y Pokemon tanto del PSOE y de los nacionalistas como del PP; o el de los ERE de Andalucía, del PSOE y los sindicatos, la peor estafa porque alcanza 1.200 millones de euros.
Estamos rodeados de corruptos que hemos elegido, reelegido y reelegiremos. Y los condenamos poco porque esperamos que nos absuelvan cuando robemos igual que ellos. Como los curas confesores, perdonamos para ser perdonados.
Ahora sufrimos la invasión de la moral calvinista que nos obliga a denunciar a los corruptos, que es como denunciar a la propia familia, como se hacía bajo Hitler y Stalin.
Si persistimos en esta conducta perderemos esa cualidad tan española de ser corruptibles tanto por nepotismo como por dinero, ausencia que será otro Gibraltar en el secular espíritu patrio.
------
El blog de Elentir Contando estrelas amplía el análisis que estas Crónicas Bárbaras hacían ayer sobre el españolismo de Rosalía de Castro.
Vale la pena seguir el enlace y leer lo que escribe no sólo por la documentación que aporta, sino también porque denuncia la furia incendiaria y totalitaria del nacionalsocialismo, gallego o de cualquier otro origen del nuevo abertzalismo.
------
Los titulares de prensa se ceban hablando de "caciquismo gallego".
La corrupción en sus diferentes formatos NO es en ningún caso un atributo gallego ni una pandemia autonómica.
En este pais de pandereta, se caciquea y trasiega a lo bestia y, por desgracia, el enchufismo, nepotismo, amiguismo, populismo, pesebrismo y de tó, son moneda corriente.
Parecía en sus albores, con aquella UCD medianamente ilustrada y con ganas de modernizar el pais, que la democracia recien nacida prometía. Pero enseguida el felipismo se encargó de abrirnos los ojos y los caminos del caciquismo, con aquellos maestros que fueron Felipe, Guerra, Corcuera, Barrionuevo, Chaves, Roldán, Rubio y cía. Desde entonces, el caciquismo nacional (y sus hijuelas) no hizo sino expandirse, engordar y crecer, en cantidad y calidad.
Y sin embargo, curiosamente, el palabro caribeño "cacique" es asociado con Galicia. ¿Será porque lo trajeron nuestros emigrantes de Cuba y nosotros mismos lo empleamos con asiduidad?
En todo caso, el reparto y pago de favores, contratos, negocietes, chollos y prebendas está, desgraciadamente, ligado a la práctica política de esta democracia bananera/caciquil, así que de exclusividad gallega, nada de nada. La pandemia es nacional, para nuestro mal.
No hay dia en que no nos desayunemos con golpes de la mafia, china o nacional, evasion de capitales, EREs, y cacicadas de todo tipo. Hasta para examinarse, opositar, encontrar curro, la via habitual sigue siendo la recomendación y el enchufe. Una lacra.
Volviendo al pequeño maestro y alcalde de pueblo que nunca dejó de ser Baltar, el tipo ha manejado con eficacia sus armas de buen conocedor del rural y del caracter de sus paisanos: Cercanía, sencillez, carisma próximo, lenguaje coloquial,abrazos multiples, funerales,actos sociales de amigos, visión práctica de la política, cuidador de los detalles,abrazador, conseguidor de allegados, sombra alargada, nada de aduladores cerca...Baltar sabía cómo manejar su cotarro.
Si Fraga levantara la cabeza, respiraría más tranquilo al ver que alguien le echa un pulso al capo de la boina orensano, que tantos quebraderos de cabeza le tenía deparado.No dudo que Feij009 también celebrará la ventilación de ese foco apache indomeñable.
Cierto que ocurre en todos los partidos, pero uno se pregunta cómo pueden sobrevivir en pleno s.XXI formas de gobernar, controlar y gestionar el poder de siglos pasados. Seguramente la idiosincracia rural gallega y su concepto de favores, comenencias e intereses tenga bastante que ver con estos usos ancestrales, incompatibles con una democracia moderna.
Fraga y Feij009 se las vieron muy canutas con el sector boina, especialmente el orensano, con un Baltar señor y dueño absoluto de su territorio y cuanto en el se movía. Y Cuiña y Cacharro como mosqueteros suplentes
Quiza la Fiscalía consiga lo que no consiguieron los jefes del PP, abrir la ventana y dejar entrar nuevas formas y usos democráticos modernos entre gente troquelada al arado romano.
Publicado por: MIRANDA | sábado, 05 enero 2013 en 21:45