Los periodistas que describen con tono épico la toma de Madrid por la “Marcha Negra” de los mineros del carbón, especialmente en los telediarios de TVE, no han leído el Quijote.
Cervantes da una lección de objetividad informativa al narrar la lucha del héroe contra los molinos que creía gigantes, es decir, equilibra, pone en su contexto, la inútil hazaña del hidalgo.
Pero ningún telediario describe los molinos contra los que pelean los mineros: la inviabilidad del carbón español, quizás el peor, más caro y contaminante del comercio mundial.
La televisión estatal narra el esfuerzo de los héroes por las carreteras bajo el brasero solar, el de las energías limpias y antieconómicas que también subvencionamos, y simultáneamente evita entrevistar a quien explique qué es el carbón español hoy y que recuerde que la actividad minera debería haberse extinguido hace décadas por deficitaria y por agravar ruinosamente los vicios socioeconómicos del país.
En unas dos décadas el carbón recibió al menos 24.000 millones de euros de ayudas a fondo perdido para los empresarios que controlan a 4.000-5.000 mineros, y que pagamos en el recibo de la luz.
Igual cantidad que percibirá Bankia, que afecta a cientos de miles de trabajadores, accionistas y cuentacorrentistas, que deberán devolverlos a Europa en quince años, y con intereses.
TVE presenta a los mineros como románticos luchadores que cantan a la revolución de octubre de 1934, que alabábamos en la oposición al franquismo, pero que cuando fuimos libres describimos cómo habría sido realmente: golpe de Estado nacionalista catalán, y ultraizquierdista en Asturias contra la República.
Acompañan en la música, entre otros, Pilar Bardem y Víctor Manuel, el del abuelo picador, pero también el de “Un gran hombre”, canto amoroso a Franco de 1966.
Ciudades y pueblos españoles han muerto o se han reconvertido obligados por los cambios económicos, pero los empresarios que azuzan a los mineros luchan por conservar las milmillonarias subvenciones.
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Para la inanidad intelectual de la actual izquierda los mineros son un símbolo querido. Cualquier asturiano con datos básicos de historia en la cabeza sabe que son la reliquia que nos mantiene anclados sentimentalmente al año 1934 y sometidos a chantaje periódico. Ellos han convertido Asturias en un parque temático de prejubilados, y condenado al exilio a las generaciones jóvenes. Como los jóvenes, posibles disconformes con el sistema, se van, queda el SOMA-UGT (fuerte nombre, premonición de Huxley, Sindicato Obrero de Mineros Asturianos) al cargo del cotarro, poniendo y quitando gobiernos. Algo similar al exilio vasco en relación con ETA.
Para los crímenes nazis el psicoanálisis (Mitscherlich et al.) elaboró el concepto de "Vergangenheitsbewältigung", dominio o control del pasado, sobre la base de la aceptación de las propias culpas. En Asturias se puede ver que la izquierda desconoce ampliamente el "conceto". Y como el que desconoce la historia etc. etc., pues ahí tenemos a los mineros dispuestos de nuevo a prender la chispa de la guerra civil. ¿Irá Mariano a explicarles que la economía lo es todo?
Gracias por su blog don Manuel.
Publicado por: cilantro | miércoles, 11 julio 2012 en 16:04