A pesar de que Rajoy inició una la reforma laboral España seguirá siendo poco atractiva para muchos inversores: la ley protege a trabajadores como los pilotos de Iberia que hunden a la compañía sin que esta pueda despedirlos fulminantemente.
Las huelgas de esos pilotos, que exigen que Iberia obedezca sus ideas empresariales y comerciales, son más graves para la imagen de España como destino de inversiones que todas las revueltas antisistema de las que se queja Rajoy.
Ninguna compañía puede sobrevivir cuando sus empleados la boicotean porque los empleadores no obedecen sus exigencias, ya no laborales sino de estrategia comercial.
Iberia pretende crear una subsidiaria de bajos precios para competir con Ryanair y otras empresas similares que están expulsándola del mercado, pero los pilotos rechazan ese proyecto estratégico.
Afirman que tienen mejores soluciones, y hasta se ofrecen a reducirse el sueldo, pero no se trata del huevo, sino del fuero.
Y el fuero no es de los pilotos, sino de los inversores, de los dueños del capital, que le pagan a sus empleados y deben obedecer las leyes comerciales del mundo actual.
Sólo en España desaparecieron 41 compañías aéreas en los últimos veinte años. Sus empresarios habrán cometido torpezas, como en Spanair, pero casi siempre los cierres se debieron a los chantajes del elitista sindicato de pilotos, Sepla, que ahora parece querer arruinar también Iberia.
Los pilotos anuncian 24 jornadas de huelgas para esta primavera en las fechas que más ingresos pueden proporcionarle a la compañía, que perdió 61 millones de euros en 2011.
Afirman que esas pérdidas se deben a la mala gestión empresarial, pero en el supuesto de que así fuera, entre todos la pilotaron y ella sola se estrelló, mientras el mundo ve una España laboralmente nada fiable.
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Aqui nadie quiere asumir su responsabilidad por propia voluntad, hay que irlos tirando a todos del burro de uno en uno. Ya cansa... pero no queda otro remedio.
Publicado por: noespaisparadecentes | lunes, 05 marzo 2012 en 15:21