Entre los últimos actos de Rodríguez Zapatero como primer ministro sorprende el indulto que acaba de concederle Alfredo Sáenz, consejero delegado del Banco Santander, condenado por el Supremo a inhabilitación y tres meses de cárcel por una denuncia falsa presentada en 1994, causa aún viva por las dilaciones legales del banquero.
Parece que Zapatero quiere pagarle algún favor al Santander, sabiendo que los favores entre la banca y los políticos son sospechosos, y más cuando el PSOE no es la primera vez que goza de condonaciones de importantes deudas bancarias.
En el ocaso del zapaterismo se descubren cada día con mayor y creciente asiduidad situaciones de corrupción en cascada, cuyos protagonistas presentan como si fueran naturales.
Por ejemplo, con las indemnizaciones y jubilaciones multimillonarias que se daban a sí mismos los directivos de las Cajas de Ahorros arruinadas –en Galicia, Castilla-la Mancha, Valencia y otras—, aparece la Caja Penedés, que bajo la administración tripartita de los socialnacionalistas sus jefes se asignaron no uno, ni cinco, ni diez millones per cápita, sino veinte millones de euros.
No olvidemos que de la derecha podemos creernos todos los Gürtel, pero la izquierda dice tener una superioridad moral basada en su idealismo, por lo que debería ser más ejemplar que su rival egoísta y capitalista.
Pues veamos los ERE de Andalucía, con casi mil millones estafados, y en los que hasta el director general de Trabajo de la Junta de Andalucía falsificó un empleo para su suegra en una empresa que nunca pisó para que cobrara 250.000 euros de indemnización.
Analicemos al delegado de UGT, Antonio G.P. que tras haber cobrado fraudulentamente 350.000 euros, protesta porque es “una injusticia” que la jueza lo persiga.
Afirma que en todo caso la culpa es de la Junta de Andalucía por pagarle: “Lo que se da no se quita”.
A este extremo ha llagado la banda de maleantes. AlíBabá era un ingenuo principiante.
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El economista, matemático y profesor de la Universidad de París Juan J. Calaza es uno de los españoles que más destaca por sus ideas brillantes y originales sobre economía y ciencia.
Autor de varios libros en distintos idiomas, ha alumbrado, por ejemplo, algunas refutaciones a Einstein y, ahora, una última y genial teoría para la creación de una moneda electrónica solamente española que no sería divisa convertible, es decir, únicamente para el consumo de productos españoles, llamada Europeseta.
Conviviría con el euro y serviría para pagar a funcionarios y pensionistas, entre otros consumidores nacionales.
Una fascinante propuesta que debe leerse y debatirse, especialmente en los medios especializados en economía.
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El escritor e ingeniero británico James Skinner vuelve a retratar España en uno de sus lúcidos artículos. Esta vez analiza lo que nos trajeron los ocho años de zapaterismo, esa concatenación de ideas chusqueras con apariencia progresista que han arruinado económica y moralmente el país. Promete una segunda parte en la desde aquí oteará el futuro.
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La corrupción zapaterista no tiene parangón en toda la historia de la democracia y del franquismo (más allá en el tiempo no me remonto, mas que nada por falta de ganas para documentarme lo suficiente).
La masiva, general y normalizada corrupción zapaterista está, en su mayor parte, legalizada e institucionalizada mediante el B.O.E., lo cual la hace letal de necesidad para este país y para cualquiera y también hace que el felipismo, a su lado, se quede sólo en un chusco anecdotario de unos cuantos ladrones y truhanes, que más o menos pertenecían a algún clan o iban de por libre.
Pedrojota está psicologicamente incapacitado para ver esta descomunal y flagrante evidencia, porque los de la quinta sociata de Rubalcaba, González y Cía, con sus delitos, ad hominem, de los que fue su víctima, le han dejado traumatizado o perturbada su visión al respecto de por vida. No es que Pedrojota haya dejado de ser un periodista lúcido, ni muchísimo menos, pero sólo se me ocurre su trauma felipista personal como motivo para poder explicar su terrible negligencia periodística, que lleva perpetrando estos últimos 7 años, al mantener machaconamente que el felipismo fue la época más corrupta de la democracia.
Publicado por: no es país para decentes | domingo, 27 noviembre 2011 en 13:25