Ultraizquierda, excuras excomulgados o resentidos, los antisistema, ateos y laicistas militantes, gays de la línea mariprogre e Indignados amenazan con boicotear la estancia del Papa Benedicto XVI en Madrid, entre el 18 y el 21 de agosto, y con denunciarlo ante la Audiencia Nacional si condena el matrimonio homosexual o el aborto.
Uno se pregunta por qué les molesta. Es un señor que le habla a sus hijos como padre de familia. Los vecinos, los agnósticos, no tenemos por qué entrar en asuntos de su prole.
Su viaje nos saldrá caro, sí. Pero esa familia numerosa va a dejarle mucho más dinero a la sociedad del que reciba. De haber venido Obama nos habría costado mucho más y no dejaría un céntimo.
Además, el millón de jóvenes que seguirán personalmente a Ratzinger no saldrán de la “Jornada Mundial de la Juventud” peores personas, sino seguramente mejores.
Desde luego, es difícil que hagan lo que los jóvenes vándalos del Reino Unido, que corresponderían a quienes quieren asaltar estas jornadas con contramanifestaciones.
Un millón que deberá confirmarse: cuando el Papa estuvo en Santiago el pasado noviembre se previeron cientos de miles de fieles, que resultaron después muchísimos menos.
Se diría que el limitado éxito de aquella peregrinación le ha recomendado esforzarse en Madrid para recuperar la fe de los jóvenes españoles, que se alejan cada día más de su Iglesia, aunque casi cuatro de cada cinco se declaren aún católicos.
Escandalizará a sus enemigos, pero seguirá la doctrina de censurar el relativismo moral del mundo históricamente cristiano, condenará el aborto, aunque perdone a las abortistas que se arrepientan, rechazará la homosexualidad y pedirá perdón por la pederastia de muchos sacerdotes.
El Papa tiene tanto derecho a expresarse como a defender lo contrario, pero sin provocativas contramanifestaciones, los ateos que dominan ahora los medios informativos más influyentes.
Y, bussines are bussines, Mediapro, la comecuras televisión del Gran Wyoming, posee la jugosa exclusiva de difundir los actos papales.
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SALAS analiza la economía. Algunas conclusiones que fue presentando últimamente.
Siempre me han inspirado cierta aversión los 'jóvenes cristianos', pero las generaciones más recientes de 'no cristianos' los están haciendo buenos. Suele pasar.
Publicado por: Ricky Mango | domingo, 14 agosto 2011 en 11:32