Para los estudiosos de la Historia de España de décadas y siglos venideros Francisco Franco no será un dictador sino el autoritario creador de un régimen que tras su muerte se convirtió sin graves convulsiones en una democracia avanzada.
El Gobierno, sus aliados mediáticos y las víctimas del franquismo se han lanzado a acusar de franquista a la Real Academia de la Historia (RAH), fundada en 1738, por presentar así a Franco en el monumental Diccionario Biográfico Español, obra en cincuenta tomos elaborada por 5.000 historiadores como texto canónico para la posteridad.
El trabajo de la RAH narra la vida de 40.000 figuras españolas desde el siglo III AC, hasta hoy, incluyendo a Viviana Aído y otras velinas de la política zapateril.
Aunque toda la obra estará pronto en internet, de momento, se presentaron 25 volúmenes ante los reyes de España y con dos grandes hispanistas como padrinos, Sir John Elliot, y el francés Joseph Pérez.
La biografía de Franco la redactó el profesor Luís Suárez (Gijón, 1924), uno de los grandes historiadores españoles nacional e internacionalmente más respetados.
Investigador con acceso s la restringidísima Fundación Francisco Franco, y posiblemente miembro del Opus Dei, está considerado como liberal.
Durante el franquismo protegió a profesores comunistas en las universidades, como al medievalista Julio Valdeón, posteriormente académico, autor de algunas biografías, y fallecido en 2009.
A otro gran hispanista, el moderado y menos ideologizado Stanley G. Paine, le encargaron la figura de La Pasionaria. No queda como la heroína que creíamos que había sido.
Algunos antifranquistas reconocidos, que vivimos el franquismo y algunas dictaduras comunistas, tenemos una visión de Franco más dura que la de Suárez.
Pero descubrimos desde la otra perspectiva que muchos de nuestros héroes rojos habían sido asesinos despiadados: alguno está vivo y lo festejamos, que es como vitorear al Stalin que Franco le impidió ser.
La realidad: los políticos españoles de ambos bandos, y de aquellos años, era fanáticos y terriblemente violentos.
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James Skinner. James es siempre una lectura recomendable. Cosmopolita y profundo conocedor de España, esta mezcla de científico y humanista británico residente aquí, publica en Hackwriters unos excelentes retratos literarios del momento de España. En este, "Time's Up in Spain" analiza las últimas elecciones y la pobre situación del país. Lo ilustra con una foto que vale por igual para un botellón que para el 15M, que también analiza.
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Y del gran SALAS, ¿qué decir?
Realmente, cada personaje de la historia ha sido lo que ha sido, y nada más. Quiero decir con esto que las cosas son lo que son, independientemente de la opinión que tengamos sobre ellas. Franco no va a ser mejor ni peor de lo que fue, por mucho que opinen sobre él Santiago Carrillo o Manuel Fraga.
Publicado por: Tío Chinto de Couzadoiro | jueves, 02 junio 2011 en 11:51