El País, protector perenne del socialismo, desdeñó a Zapatero en una fotografía de primera página en la que Rubalcaba aparecía agigantado y él asomaba más abajo, empequeñecido.
Ese gesto de menosprecio a Z. se ampliaba con un Juan Luís Cebrián, su primer director y amo ideológico, siempre hostil al PP, haciendo de cortesano en la toma de posesión de María Dolores de Cospedal (45) como presidenta de Castilla-La Mancha: dinero y publicidad.
Un mes después de las elecciones del 22 de mayo, en las que el PP desmanteló el poder regional del PSOE, muchos zalameros de Zapatero se tornaron con endiablada rapidez y habilidad servidores sumisos de los populares.
Maurizio Carlotti, que dirigió la información prosocialista, primero en Telecinco y después en Antena 3, aparecía también en la toma de posesión de esta abogada del estado desde 1991 fuerte e independiente –fue madre soltera por inseminación artificial--, quizás futura lideresa del PP.
Otros adoradores que engrandecían como geniales las reflexiones zapateriles --“la tierra no es de nadie, sólo del viento”--, también cortejaban a Cospedal, como los empresarios Abelló y Entrecanales y notables banqueros.
Aunque las arcas castellano-manchegas estén vacías, muchos ven a la número dos de Rajoy su heredera.
Milagroso cambio de preferencias que se amplifica-multiplica entre los comentaristas políticos madrileños: casi todos rinden sus plumas, pidiendo perdón por su pasado, ante la que parece apabullante llegada del PP.
Es raro ya el que defiende a Zapatero, mientras Rubalcaba inspira sospecha y temor, además de que quizás no gane, lo que hace a esos periodistas bastante desconfiados con él.
De tantas decenas de opinadores que ensalzaban a Zapatero sólo le quedan dos fieles, Pedro Calvo Hernando y Enric Sopena. Su devoción religiosa a Z., rastro de un acendrado catolicismo, demuestra que Rajoy todavía tiene opositores. Si los conquistara ya nada se opondría a su gloria.
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SALAS lo dice todo en cada detalle de esta tira.
Y un recuerdo para el entrañable Colombo
El PSOE tiene una base muy sólida. Los errores pasados (incluido la falta de capacidad informativa) no erosionan su futuro. Se verá pero el PP no tiene nada que ofrecer y eso a largo plazo se paga. Sus CCAA son las de peores resultados económicos y la obsesión pepera por manipular informatición siempre les ha salido caro.
Publicado por: pepero | domingo, 26 junio 2011 en 11:40