Imagínese usted dentro de unos meses un País Vasco sin ETA, aunque la banda mantenga una estructura dormida, y verá cómo se cruzan por las calles las viudas o los hijos de las víctimas con sus verdugos.
Jesús Eguiguren, presidente del PSV, el PSOE autonómico, ve esa escena como natural porque “los vascos somos pocos” (2,2 millones sus tres provincias), y “hoy te toca a ti, mañana al otro, y no hay culpables”.
“No hay culpables”. En esas tres palabras no se han fijado los políticos y analistas que comentaron las declaraciones de Eguiguren a La Sexta Televisión.
Muchos ciudadanos españoles se indignaron con el PSOE y con Jesús Eguiguren porque como dijo saber que ETA anunciaría su disolución estas Navidades, pidió que para “evitar un proceso largo” se fuera indulgente con los jefes de la banda.
También confesó que comió varias veces con uno de ellos, el huido y sanguinario comandante Josu Ternera, por el que siente cierta “simpatía”, como le tiene “afecto” a Arnaldo Otegui, jefe de Batasuna.
PP, UPyD y otros denunciaron a Eguiguren como amigo de los terroristas, pero lo hicieron atropelladamente, sin revisar algunas frases y el mensaje corporal, que mostraba su inseguridad acerca de la no violencia definitiva que estaba anunciando.
Parecía manifestar más un deseo que una certeza. Lo que sí parecía creer es que ETA dejará de matar pero que seguirá existiendo, vigilándonos, y que tras legalizarse Batasuna, el País Vasco “se normalizará”.
Una normalización bajo libertad vigilada, porque siempre habrá terroristas alerta –posiblemente cobradores del impuesto revolucionario--, además de que deba aceptarse que “No hay culpables”.
Si el presidente del PSC-PSOE cree que “No hay culpables”, podemos suponer que su relación y la del PSV con Josu Ternera y Arnaldo Otegui dará frutos políticos, quizás amistosas alianzas.
UPyD no tiene peso político para ser referente en nada.
A día de hoy por esas mismas calles coinciden víctimas y verdugos del franquismo. Parece ser que por esto no hay prebla. En esas mismas calles-foro se encuentran en las cunetas huesos de las víctimas de la represión franquista. Es el pasado dicen, hay que mirar al futuro. Pues eso
Publicado por: guarda vicio | sábado, 13 noviembre 2010 en 15:15