Por fin el reportero del The Atlantic Monthly Jeffrey Goldberg ha contado los entresijos de su conversación con Fidel Castro, en la que el dictador admitió que su modelo económico “ya no nos sirve ni a nosotros”.
Goldberg le pidió a su acompañante, Julia Sweig, jefa de Latinoamérica del think tank Council on Foreign Relations, que le explicara el sentido de la frase.
Según Sweig, Fidel no rechazaba su revolución, sino que señalaba que el Estado era demasiado grande para desarrollar la economía del país.
Durante la mayor parte de las tres horas de conversación, en un almuerzo familiar, Fidel habló del Oriente próximo, y volvió a su obsesión cotidiana: la guerra nuclear que lanzarán EE.UU. e Israel contra Irán.
Como la que quiso provocar él: reconoció ante Goldberg que le había pedido en 1962 a Nikita Kruschev, durante la crisis de los misiles, que atacara EE.UU. con bombas atómicas.
Claro que entonces tenía 36 años. Con 84 parece menos impulsivo: dice que le pesa haber hecho la demanda.
Ay, si Kruschev le hubiera hecho caso entonces al padre de décadas de guerras, guerrillas y narcoguerrillas mundiales, y ahora vigilante de la paz mundial…
Jeffrey Goldberg confiesa que hizo kremlinología estudiando qué ingería Fidel, a quien supuestamente trataron de envenenar varias veces, por lo que anotó: pequeñas porciones de pescado y ensalada, un vaso de vino tinto y bastante pan mojado en aceite de oliva, aunque no preguntó si era virgen extra o su origen, una pena.
El periodista cree que Fidel quiere apoyar a su hermano Raúl a abandonar el fracasado centralismo económico comunista para que inviertan en Cuba las empresas extranjeras de bienes raíces y de construcción.
Medio siglo de comunismo miserable, de gigantesco lupanar para los primeros inversores, los hoteleros y los turistas, para llegar a la especulación y al capitalismo del ladrillo.
Quizás Zapatero-Moratinos protejan esa dictadura para ayudar a los arruinados especuladores españoles con loable patriotismo ladrillero.
Y Fidel, arrepintiéndose de casi todo: ¿demencia o descubrimiento senil?
Fidel no sabe ni lo que dice ni donde está. Es irrelevante lo que diga de su caduca revolución. Hoy en Cuba sobrevivir es el objetivo. Fidel no aporta nada a la política a día de hoy. Hace años pudo capitalizar (nunca mejor dicho) la evolución democrática en Cuba. Pero el poder es muy embriagador y a él le gusta más un micrófono que a un tonto un lápiz.
Es cierto que posiblemente fidel sea el "líder" mundial con más atentados a su persona. Se dice que más de 600. Como se puede ver no es que fidel sea bueno. Es que los demás son muy malos.
No pienso que en cualquier país occidental exista menos prostitución que en Cuba. Claro que en Cuba es por subsistencia, para comer. Aquí es por vicio.
Publicado por: tiratu | lunes, 13 septiembre 2010 en 20:26