En los últimos días fueron noticia tres acciones del fanatismo islamista: la ejecución a tiros disparados por un imán talibán, tras darle 200 latigazos por adulterio, de una musulmana embarazada y viuda, el asesinato de diez sanitarios de una oenegé cristiana que desde hace medio siglo ayudaban en unas aldeas afganas, y la huida de Irán del abogado que defendía a una mujer a la que la ley islámica ha condenado a ser lapidada.
Tres formas de las infinitas que hay de martirio, entendiéndolo como la pérdida de la vida y de la dignidad por no obedecer a la religión dominante.
Es lo que recibían los primeros cristianos en Roma hasta que Constantino permitió esa creencia en 313, a la que le dio una preeminencia que permitió que muchos cristianos se persiguieran entre ellos.
Es lo que recibían los primeros cristianos en Roma hasta que Constantino permitió esa creencia en 313, a la que le dio una preeminencia que permitió que muchos cristianos se persiguieran entre ellos.
Desde hace muchos años eso ya no ocurre, pero el asesinato religioso se agudiza cada día más en el islam radical y jihadista, en el que se autoproclaman mártires los suicidas que mueren matando a quienes no comparten su fervor.
Son asesinos que en su supuesto martirio provocan el mayor número de víctimas entre los mismos musulmanes, como se comprueba en la web que sigue sus atentados desde el 11 de septiembre de 2001, The Religion of Peace, llamada así con sarcasmo.
Desde esa fecha el fanatismo islamista ha perpetrado 15.812 atentados con decenas de millares de víctimas, de las que cristianos –y los hinduistas, aunque ellos también matan por la religión, aunque no tanto—son minoría.
Sólo en el último mes de julio la jihad lanzó 32 ataques que produjeron 112 muertos y 212 heridos graves.
Hay, pues, mártires musulmanes igual que cristianos o judíos. Y los fanáticos que se llaman a si mismos mártires seguramente sólo son sádicos sexualmente enfermos: quieren encontrarse lo antes posible con huríes celestiales quizás porque las terrenales no se les dan muy bien
ONG cristiana. ¿Dónde sacaron el título para ser considerados ONG-cristiana? El cristianismo son unos grupos religiosos muchos de los cuales se consideran incompatibles con los demás. Por lo tanto es IMPOSIBLE que exista una ONG cristiana. Quizá sea católica, protestante, adventista, evangélica, testigo de jehová, etc. ¡Hasta podría ser judeo-cristiana!
Para qué necesita una religión una ONG? Es más, ¿teniendo en cuenta que el vaticano es un estado puede existir una Organización NO Gubernamental vinculada al estado Vaticano?
Si quieres ser generoso no necesitas una religión para serlo y mucho menos verte vinculada a ella. ¿Permite una ONG-cristiana que colaboren con ella personas no "cristianas"? ¿Ayuda a personas no cristianas? Entonces para qué necesitan ser cristianos?
Publicado por: adondevas | jueves, 12 agosto 2010 en 16:04