Debemos comprender la ira de los controladores aéreos, cerca de 2.500, que cobran de media 330.000 euros anuales, 27.500 euros mensuales según el ministro de Fomento, cifra que quiere reducirles a 16.600 mensuales.
Muchos trabajadores no reciben en todo un año lo que ellos en treinta días, ni con el nuevo sueldo, ni mucho menos con el que tienen todavía.
Pero el problema hay que analizarlo desde el punto de vista de cualquiera de estos profesionales agrupados en la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), que rechaza la reducción de un tercio de sus sueldos.
Un controlador podía contar como algo lógico de su estatus tener un gran chalé con piscina olímpica climatizada, su propia avioneta, yate y algún Ferrari, todo, claro, con sus hipotecas.
Lo peor es no poder pagarle ahora al banco y quedarse sin esos símbolos de bienestar: así no vale la pena hacer una carrera de grado medio, saber inglés y tener la mente bien ordenada.
Huelga (decir) que tras conocer la reducción, muchos caen en un estrés paralizante, lo que colapsa la aviación comercial y el turismo, y que con la crisis actual arruina más aún la España desmantelada previamente por Z., jefe del Gobierno del ministro de Fomento.
A esto hay que añadir los escritos de Francisco Capella, físico, ingeniero en inteligencia artificial y del conocimiento, y economista. Es el controlador con más títulos universitarios y, además, miembro fundador del Instituto Juan de Mariana.
Escribe artículos en la Red Liberal acusando de irresponsable a la USCA por sus altas exigencias, aparte de denunciar como ruinosa toda la gestión de Zapatero.
Es admirable que aunque perjudique sus propios intereses mantenga esta rara postura consecuente: quizás porque ser liberal es ser justo, y no un sindicalista especializado en chantajes.
¿Que tal un sueldo de 8000 euros al mes? Todos (menos los controladores) dirán OK. Si hacemos números 8000 euros al mes son 50 euros la hora. Eso es lo que pagamos todos por llevar el coche al taller. Hay abogados, arquitectos e ingenieros que cobran a más la hora. Si ese dinero no llega a los "trabajadores" cualificados habría que preguntar donde se queda ese dinero. Por cierto, esos no son trabajadores. Son técnicos cualificados: titulados universitarios que han accedido al puesto por oposición. Hay los controladores aéreos que ha fijado la administración: ni más ni menos. Sus sueldos los fija la administración.
No se entiende muy bien que sea ahora la propia administración (que les ha dado el cargo y el título) quien diga que son unos privilegiados. Oiga, que ellos generan ese dinero. Si llegan 300 000 euros al mes a la nómina de eso trabajadores cuánto generan en ingresos? ¿600 000 euros, 1 millón...?
¿AENA pierde dinero con los controladores aéreos? Seguro que no.
Publicado por: Alasrotas | miércoles, 11 agosto 2010 en 14:54