El pasado día 8 hizo dos meses que operaron al Rey de un nódulo pulmonar. Desde entonces se le ve en pocos actos públicos y no viaja a los lugares a donde lo haría normalmente, como a Suráfrica, a acompañar a la Roja que en partidos importantes juega de Azul.
Se mantiene la presencia de la Reina y aumenta la de los Príncipes de Asturias, mientras aparecen poderosos movimientos casi revolucionarios, antimonárquicos y que tienden al anticonstitucionalismo, como el encabezado en Cataluña por el socialista José Montilla, apoyado sobre todo por republicanos, independentistas y antisistema.
Aunque aparentemente va reduciéndose el desempleo, la verdadera tendencia es poco optimista. Y vienen por el camino huelgas como la general anunciada para el 29 de septiembre; pero hay otras salvajes, como la del Metro que paralizó Madrid durante casi tres días: podría interpretarse como un ensayo para algo mucho mayor.
Se diría que los antisistema, indendentistas, sindicalistas desacreditados y los políticos que temen perder el poder, sus prebendas y las de su aparato partidista, quieren revertir la situación lanzando campañas de agitación capaces de romper las joyas de la corona.
En un contexto en el que las ausencias o presencias de las principales figuras de la Casa Real provocan especulaciones, puede pensarse que el Rey quizás doliente y que cumplió 72 años el 5 de enero, podría estar cediéndole algunas de sus responsabilidades el Príncipe Felipe, de 42 años.
Con fuerzas gubernamentales como la Generalidad catalana que se revelan-rebelan contra la propia Constitución, con un Zapatero decadente que se desdice cada minito según le convenga, es oportuno rememorar los levantamientos socialistas, anarquistas y nacionalistas de 1933-1934 contra las leyes electorales.
Tambalearon el presidente republicano Niceto Alcalá-Zamora, a la misma República, y acabaron muy mal.
Los partido de izquierdas han demostrado su talante democrático durante los difíciles años anteriores a la guerra civil. Durante la guerra civil una república acosada supo mantener en todo momento la libertad democrática que defendía. Las libertades individuales y la libertad política y sindical
La situación actual no es equiparable. Nadie se engaña en esto. Ahora existe una situación que permite plantearse si la república sería una opción política. Hay quien lo prefiere
Publicado por: elegido | lunes, 12 julio 2010 en 14:50