El socialismo era una ideología racionalista e internacionalista que buscaba una sociedad más justa que la que imponían la religión, las guerras imperialistas o el romanticismo nacionalista.
Pero el socialismo zapaterista ha cambiado su credo: como aquellos curas que querían que la Constitución dijera que España era la “Nación de María”, el PSG, el PSOE gallego, exige ahora que España sea muchas naciones y que Galicia se llame “Nación de Breogán”.
Apela, como el nacionalista BNG, a un mito gaélico del siglo IX, el “Libro de las Invasiones”, que “inventa” las incursiones que originaron Irlanda.
Uno de los invasores era Brogán, llegado de Brigantium, Galicia, moreno porque sus antepasados eran egipcios.
Entre los irlandeses rubios se atribuye la existencia de sus “oscuros” a los descendientes de Breogán. Su ejemplar contemporáneo más hermoso es Catherine Zeta-Jones, galesa de madre irlandesa.
Pero los poetas románticos del XIX y XX convirtieron a Breogán en padre rubicundo de irlandeses y gallegos, y en 1890 Eduardo Pondal exponía su desprecio en lo que hoy es el himno autonómico hacia los “imbéciles y oscuros” que no entienden al folclórico Breogán.
Ahora el socialismo se envuelve en la bandera de los nacionalistas románticos modelo Vicente Risco, con toques antisemitas, y ya evoca caudillos arios, invasiones y conquistas.
Ni siquiera recuerda como icono galaico al fundador del socialismo español, Pablo Iglesias, que era de Ferrol (del Caudillo, escribe el Ministerio de Ciencia del Gobierno Z).
Tampoco rememora a alguien más notorio que Breogán y documentado, Santiago, otro “invento” medieval cuyo Camino llevó el mundo a Galicia.
En esa deriva romántica hacia el nacionalpatriotismo, el PSG-PSOE terminará adoptando al mayor caudillo galaico históricamente probado, Francisco, el gran invasor-conquistador ferrolano.
Y mientras, podría nombrar Patrona de Galicia a Zeta-Jones, esa gustosamente oscura matricia-nutricia.
La leyenda de Breogán es realmente bonita. Un grupo de fornidos galegos que se enfrenta el océano y navegan desde la Torre de Hércules hasta las costas de Irlanda. Allí a la vista de la costa todos se preparan para poner el pie en tierra. Los guerreros quieren ser los primeros para declarar a Irlanda tierra de guerreros, los druidas quieren ser ellos quien tenga ese honor pero al final fue un bardo quien puso el pie en Irlanda proclamando a Irlanda tierra de bardos. Hoy el arpa es el símbolo de Irlanda.
Publicado por: Pinos | viernes, 16 julio 2010 en 15:59