La FIFA está disgustada con los jugadores del Mundial que hacen gestos de religiosidad en el campo, y es que siendo este deporte válido para todas las creencias está resultando más eficaz como predicador del cristianismo que cualquier misionero.
Ningún equipo que invoque a Alá y Mahoma está entre los cuatro mejores del mundo, que son de países cristianos y tienen jugadores como Villa, cuya patrona, la Santina, es islamofóbica: ayudó a Don Pelayo a vencer a los caldeos en Covadonga, en 722.
En 881 la Crónica de San Martín de Albelda sobre la batalla explica que los sarracenos disparaban flechas contra los cristianos, pero que la Santina las hacía rebotar, de manera que mataba a los arqueros. Fíjese usted: de rebote, como los goles de Villa.
Una carta al director del ABC del sábado, 3, contaba que la madre del jugador había acudido a Covadonga a rezar por él y que después le había enviado a su móvil una foto de la Santina, lo que explica, claro, el milagro de esos rebotes.
El problema que plantea la fe aplicada al fútbol es que no sólo Alá --unificación de dioses preislámicos hecha por Mahoma-- sea menos Dios que el de los cristianos, sino que los mismos cristianos pelean por el favor de su Dios.
Villa tendrá mucha fe, pero Kaká, tan cristiano que quiere ser misionero cuando deje el fútbol, se ha quedado de ídolo de piedra al ver que sus oraciones no eran escuchadas y que Brasil quedaba eliminada por Holanda.
Lo que nos lleva a otro problema creacionista o evolucionista bajo el misterioso balón Jabulani, desconcertante universo esférico fruto del Big Bang: de los cuatro finalistas, dos son católicos y dos luteranos.
¿A cuál de ellos le echará una manita Dios, como a Maradona en 1986, o lo castigará con un penalty injusto?
supersticiones hay muchas. Y precisamente el católicismo reniega de todo ese merchandising ajeno. Salir al campo y tocar la hierba antes de santiguarse... no sé yo si es muy católico. Pero no olvidemos que muchos de esos jugadores son de estudios y nivel cultural bajo, nulo-bajo. Los brasileños suelen ser evangélicos no católicos
El marroquí Basir (ex jugador del deportivo de a coruña) fue acusado (se dice así?) de santiguarse antes de salir al campo. Él lo negó pero el pollo se lo montaron igual
Publicado por: Nemigo | lunes, 05 julio 2010 en 18:44