Para asombro general las mujeres liberales y conservadoras están mostrándose mucho más audaces que las autoproclamadas progresistas, y no se crea usted ese tópico feminista y blando de que el mundo gobernado por mujeres sería más pacífico, porque las de centro y derecha que entran en política son de armas tomar.
Ahora que se han roto los diques que impedían la eclosión de los ímpetus femeninos en muchos países, ahora vamos a ver cómo mandan las mujeres, de las que tuvimos buen ejemplo contemporáneo en Margareth Thatcher, la que aplastó a los supermachos generales argentinos en las islas Malvinas.
El mundo asiste curioso a la eclosión de mujeres del Partido Republicano en EE.UU. al amparo del fenómeno Sarah Palin.
Los medios titulan que las republicanas acaparan las primarias de su partido, y si analizamos sus carreras descubrimos que no son muñecas Barbie, sino mujeres de alta preparación, también latinas y negras, como había sido la belicosa secretaria de Estado de Bush, Condoleezza Rice. La señora Clinton es eso, la señora de un político, no la iniciadora de una saga.
Los medios titulan que las republicanas acaparan las primarias de su partido, y si analizamos sus carreras descubrimos que no son muñecas Barbie, sino mujeres de alta preparación, también latinas y negras, como había sido la belicosa secretaria de Estado de Bush, Condoleezza Rice. La señora Clinton es eso, la señora de un político, no la iniciadora de una saga.
Debe recordarse que en España quien consiguió el voto femenino en la II República fue la liberal Clara Campoamor con la oposición de la portavoz socialista Margarita Nelken, que decía que las mujeres iban a ser reaccionarias porque votarían lo que ordenaran sus párrocos.
Pero no necesitan párrocos para votar liberal o conservador. Quizás la mujer es mayoritariamente moderada porque su naturaleza crea vidas que debe conservar.
Mire usted en la España actual. Las mujeres del Gobierno, en realidad, son asistentas del hogar o del club de fans de Zapatero, mientras que en la derecha hay unas señoras de armas tomar que en cuanto el jefe se descuide lo echan de casa: Aguirre, Cospedal, Barberá, Rudi y tantas otras. Y en UPyD está Rosa Díez.
Las llamadas progresistas terminan aceptando la poligamia, dado que ya habitan un harén político, pero estas conservadoras la persiguen implacablemente. Magníficas leonas.
...quizás la mujer es mayoritariamente moderada porque su naturaleza crea vidas que debe conservar...
¡Toma ya! Argumento científico de peso. Por lo tanto el hombre no crea vida y por tanto es...¿?
Pedazo de artículo. No me he reído tanto desde que Sarah Palin se puso prótesis de silicona (elemento naturalmente conservador pues conserva el pecho de los efectos de la gravedad).
Publicado por: tina fey | jueves, 10 junio 2010 en 17:22