Sus machos empezaron obligándoles a ponerse el chador o el pañuelo que iban abandonando antes de la revolución iraní, y poco a poco muchas musulmanas residentes en Europa están siendo sometidas para que usen prendas que las encierren cada día más, y que ni siquiera eran comunes en sus países de origen, como los nikab, que sólo les libera los ojos, o los burkas, que las encierra totalmente.
Quizás terminen imponiéndole algo así a la niña Najwa, que quizás termine siendo la cuarta mujer de un polígamo, y que a los 16 años empieza a ir al instituto sometiéndose al velo convertida en bandera de los islamistas y de los progresís reaccionarios, como el ministro Gabilondo.
Ahora, y aunque el Gobierno Sarkozy lo pretenda, el Consejo de Estado francés dice que no pueden prohibirse los burkas en áreas públicas de su país.
Defiende “los derechos de quien lo lleva”, olvidando los derechos de quien debe soportarlos caminando entre ellos en todo momento y lugar, no sólo en carnavales, o en la Semana Santa española como si fueran penitentes perennemente encadenadas.
Porque agreden a las libertades ciudadanas. Atacan a todos obligándolos a vivir entre esas mazmorras dentro de las cuales podría haber no mujeres, sino hombres, delincuentes comumes o terroristas.
La derecha libertaria es la escuela de pensamiento que defiende con mayor energía su uso voluntario. Pero, con qué voluntariedad puede hablar la mayoría de las prisioneras-esclavas, ignorantes de la libertad que deben tener todo ser humano.
Los multiculturalistas, mezcla de new age, fidel-chavismo, hadices mahometanos y la Pachamama de Morales, proclaman la igualdad de todas las culturas, incluyendo las más bárbaras, y defienden el valor de estas vestimentas.
Pero cualquier librepensador siente una triple desazón: por la dignidad de la encarcelada, por la suya propia, testigo de esa indecencia, y porque ignora qué tipo de personaje se oculta debajo, ya que muchos terroristas huyeron disfrazados así, entre ellos varios en el Reino Unido.
Si siente la triple desazón descrita arriba, también usted es víctima de ese burka que nos encarcela a todos.
Porque agreden a las libertades ciudadanas. Atacan a todos obligándolos a vivir entre esas mazmorras dentro de las cuales podría haber no mujeres, sino hombres, delincuentes comumes o terroristas (sic)
Los nazis eran unos visionarios. Unos vestían a rayas y otros con cruz gamada. No había confusión posible
Publicado por: Nemigo | miércoles, 28 abril 2010 en 16:51