El mejor cliente actual de algúnos medios informativos importantes no es una telefónica o alguna fábrica de coches, sino la Generalitad catalana, que compra sesudos editoriales y noticias favorables a la constitucionalidad de su Estatuto de Autonomía, y en contra del Tribunal que puede declararlo inconstitucional.
Radios, televisiones, e influyentes periódicos y periodistas han lanzado estos días una campaña para que se renueve la composición del Constitucional alegando que, tras cuatro años sin emitir sentencia, está deslegitimado para dictarla ahora.
Es lo mismo que exigen el tripartito gobernante y los nacionalistas de CiU, porque la mayoría del Tribunal, por seis votos a cuatro, considera inconstitucional buena parte de ese Estatuto.
Pero la minoría supuestamente progresista que defiende esa ley, impugnada por el PP y el Defensor del Pueblo, entre otros, se niega a aceptar una sentencia desfavorable.
Un magistrado propuesto por el PSOE creyendo que aceptaría convertir España en una confederación de taifas, es tratado de traidor por la prensa comprada porque rechaza ese Estatuto que iguala Cataluña al Estado.
Sabiendo ya que con el actual Tribunal la sentencia deberá ser negativa para Zapatero y quienes rigen la Generalitad, los medios comprados presionan para lograr el cambio de magistrados, porque con los socialistas y nacionalistas dominando la selección de los próximos, se sabe que dictarán una sentencia favorable.
La campaña de sobornos que ya son menos secretos de lo que se pretendía, iniciada antes en Cataluña, se ha conocido por la jactancia de nuevo rico de un fantoche e imprudente consejero de la Generalidad, que la ha revelado encocorotado ante una audiencia indiscreta...
Finalmente, Zapatero y sus aliados nacionalistas conseguirán ver así aprobado el Estatuto; mientras, los sobornados están garantizando ya su futura ecuanimidad.
Quizás haya quien crea honradamente en la necesidad de este cambio de magistrados, pero su buena intención se confundirá ahora con los fondos de la Generalidad
las críticas de los centralistas contra las autonomías se derrumban ante el muro de la incompetencia de madrid. Un organismo estatal incapaz año tras año de aportar soluciones. Queda como ejercicio
El estatuto catalán es a día de hoy un hecho. Es más, ha sido copiado e incluido en otros estatutos, sin acusaciones separatistas (curiosamente)
Si en el TC tuviesen algo de vergüenza hace años que habrían dimitido todos. Si en el gobierno y oposición tuviesen vergüeza los habrían cesado a todos. Si los ciudadanos tuviésemos conciencia de tal hace años que habríamos pedido democratizar la judicatura
Publicado por: Nemigo | martes, 27 abril 2010 en 15:53