Acaba de reproducirse en los medios informativos españoles el aparatoso beso en la boca que se dan Luís Tosar y Carlos Bardem, protagonista y secundario de la película multipremiada Celda 211, en el momento de recibir su último galardón, el de la Unión de Actores.
Un gesto homosexual de dos heterosexuales: cada vez es más frecuente que personas del mismo sexo se besen en la boca.
Quizás algún sicólogo diga que el mundo heterosexual está adoptando costumbres gay porque vamos hacia una sociedad bisexual o de un nuevo género ambiguo.
Un gesto homosexual de dos heterosexuales: cada vez es más frecuente que personas del mismo sexo se besen en la boca.
Quizás algún sicólogo diga que el mundo heterosexual está adoptando costumbres gay porque vamos hacia una sociedad bisexual o de un nuevo género ambiguo.
El hábito comenzó con un beso lésbico entre las heteros Madonna y Britney Spears hace no mucho. Como seguramente la SGAE querrá recaudar derechos por imágenes así, quede aquí constancia de quiénes son sus autoras, antes de que Teddy Bautista pueda discutir su maternopaternidad.
El arrumaco se generalizó en Hollywood. Seguramente para comunicar un deseo de simbiosis artística. Un sentimiento primario de admiración, más que una forma de sexualidad.
Hace unos meses la actriz Sandra Bullock besó apasionadamente a la varias veces oscarizada Meryl Streep; y algo absorbió la Bullock porque recibió el siguiente Oscar. Muchos ayatolás chiítas dicen que transmiten así su “espíritu” a los niños: los pederastas afirman lo mismo.
Tosar y Bardem no han inventado nada. Sólo copian una moda que les viene del exterior. Que dos heterosexuales se besen imitando a los cantantes o a las actrices estadounidenses indica que esta España de Don Quijote, de Don Juan y de los gestos toreros carece ya de guiños nacionales que emocionen hasta provocar mimetismo.
Tosar y Bardem podrían haberse propuesto poner de moda pegarse, gritarse, cornearse, azotarse, nazarenarse como Antonio Banderas: cualquier aspaviento castizo, típicamente español o de alguna Autonomía con entrañas rudamente patrióticas.
Pero, no, copian otro melindre de Hollywood, a donde llegan muchos que logran triunfar así, besando a quien se les pone por delante.
Efectivamente - es una gran lástima como se están perdiendo cada vez más costumbres propiamente "nacionales" - lo más curioso es que los más antiamericanos luego son los que más pisan el Mcdonalds, festejan el nefasto "Halloween" anticristiano, y los que no dejan de ir a ver películas americanas - los españoles "modernos" suelen idolatrar a los EEUU en el aspecto cultural porque son apátridas y profundamente traidores a la nación de sus origenes. Es cierto que a nivel "popular" cada vez veo a más gente del mismo sexo dándose un beso. Se creen que son super "modernos" de esa forma y "buen rollistas". De hecho el otro día salió el tema en un restaurante donde yo cenaba y bueno, sólo me bastó decir que el que pretenda hacer algo así conmigo se puede llevar unos cuantos puñetazos. A mí no me besa ningún tío, ni por las buenas ni por las malas.
La cosa es tal que uno ahora tiene que luchar y hasta pelear sólo por mantener algo de tradicionalismo.
Además, es mucho más grato a mi juicio ver una película con mucha violencia de esas que usted menciona antes que ver ese romanticismo buen rollista y super progre guay.
Publicado por: Alfredo | domingo, 04 abril 2010 en 20:43